La presidenta de la Unión Nacional de Periodistas (UNP), Guadalupe Fierro, calificó de positiva y trancendental la firme voluntad de desarmar el aparato punitivo que se estableció, a través de la Superintendencia de la Información y Comunicación, Supercom, para hostigar, acosar y sancionar a los medios y periodistas.
Al evaluar el contenido de las reformas a la Ley de Comunicación, calificó como importante que, por primera vez, se incorporan normas para coberturas de riesgo, que permiten la protección de periodistas que están en una situación vulnerable, pues, en función de nuevas realidades, tienen que afrontar a mafias políticas y criminales, lo cual implica una cantidad de riesgos y alta peligrosidad en el ejercicio de la tarea. Recordó que la Organización de Naciones Unidas (ONU) ha llamado a su Consejo de Seguridad a tomar medidas al respecto.
Resaltó, también, la eliminación de algunas figuras ambiguas, como el linchamiento mediático, al precisar que el Reglamento debe clarificar estos aspectos. “Es absolutamente pertinente haber desechado la renovación inmediata de frecuencias y que el tema responda a un proceso transparente, tomando en cuenta el informe de la Contraloría”, agregó.
Es fundamental, continuó, analizar la forma en que se concedieron algunas frecuencias y el manipuleo “desvergonazado” de ciertos grupos que se han convertido en dueños de gran parte del espectro radioeléctrico. La Constitución prevé la necesidad de contar con seguridad jurídica, pero esto no puede servir para santificar actos irregulares, más allá que las partes deben respetar las obligaciones contractuales.
Consideró débil el argumento expuesto por el Gobierno sobre el artículo 98 y las dificultades que acarrearía con las negociaciones de tratados internacionales. El debate tiene que ser amplio y profundo, no solo desde un ángulo economicista, sino desde elementos intangibles y la implicación para la construcción de una identidad y de una cultura nacional, enfatizó.
En entrevista con La Radio de la Asamblea, Guadalupe Fierro anunció que estarán pendientes que se consolide la libertad de expresión como un derecho del que disfrutemos todos los ciudadanos. Además, que se respete a la profesión periodística y a los medios de comunicación, que son herramientas idóneas para que el debate público florezca, hecho que lo ha puesto de manifiesto Naciones Unidas.
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