Proyecto de Ley de Alimentación Escolar: una herramienta clave para combatir la desnutrición infantil

Martes, 26 de marzo del 2019 - 11:44 Imprimir Elaborado por: Sala de prensa
Comisión de Educación

Por unanimidad (8 votos afirmativos), la Comisión de Educación aprobó el informe para primer debate del proyecto de Ley Orgánica de Alimentación Escolar, de autoría de Mauricio Proaño, el cual se enfoca en garantizar a niños, niñas y adolescentes una buena dieta alimenticia para crecer, desarrollarse, protegerse de enfermedades y tener energía para estudiar, aprender y ser físicamente activos.

Además, promueve la activación de la agricultura campesina, familiar y de los actores de la economía popular y solidaria como proveedores de alimentos sanos y saludables, en, al menos, el 35% de lo que corresponde a la adquisición de productos y servicios por parte del Estado. Para tal efecto, se vincula la alimentación escolar a la producción local.

 

El Ministerio de Educación, actualmente, invierte cerca de 200 millones anuales en el Programa de Alimentación Escolar, cuyos beneficiarios son tres millones de estudiantes de 13.000 instituciones públicas.

El proyecto de ley crea un sistema nacional integral que define políticas que garanticen el derecho a la alimentación sana y nutritiva de la niñez, en edad escolar; las autoridades nacionales de educación, salud y agraria serán las encargadas de formular las políticas públicas que aseguren salud y nutrición adecuada. Se conformarán los Comités de Alimentación Escolar con la participación de padres, quienes realizarán el control social y la evaluación del programa en cada unidad.

Superar desnutrición

El tema de aprendizaje tiene que ver con las condiciones alimentarias del menor, lo que está científicamente comprobado, dice Silvia Salgado, presidenta de la mesa legislativa, tras enfatizar que, precisamente, la normativa pretende superar los índices de desnutrición infantil escolar y enfrentar las secuelas de la mal nutrición como el sobrepeso y la obesidad, combatiendo el riesgo de enfermedades crónico degenerativas.

Sostiene que se debe tomar en cuenta las diversas realidades de las zonas del país. Comenta que en la parte andina se puede ofrecer chochos con tostado o quinua, preparadas por los padres de familia y organizaciones campesinas, lo que dinamizará la actividad.

Indica también que se plantea que en el presupuesto estatal, asignado para el área de educación (0.6% del producto interno bruto), fijar el 0.05% en función de efectivizar una alimentación escolar sostenible.

MG/

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