Hablar del maestro Gonzalo Endara Crow no solo es hablar de un ser humano pintor y escultor, sino de un ser humano fantástico que plasmó en sus cuadros sueños y realidades; que supo vestirles de color y alegría a todos los paisajes. La gran responsabilidad de su familia y los ecuatorianos es mantener viva la memoria de Endara y disfrutar de su gran obra. Con esas palabras la presidenta de la Asamblea Nacional, Elizabeth Cabezas, se sumó al reconocimiento post-mortem a este artista nacional.
El Parlamento entregó a la familia del pintor la condecoración Vicente Rocafuerte, al mérito cultural, y el Acuerdo Legislativo en el que rinde el homenaje póstumo y valora su significativa obra, que trasciende como alto referente del acervo cultural ecuatoriano.
La Presidenta se comprometió a apoyar las iniciativas que impulse la Fundación de la familia Endara, a fin de rescatar su arte y mantener vivo el legado del pintor. Nos complace ver cuántos talleristas se formaron alrededor de su obra y trataron de hacer de la misma su punto de admiración, con su estilo alegre, realista y mágico, añadió.
En el reconocimiento post-morten también estuvo presente Gloria Gallarado, como delegada del alcaldía de Guayaquil, quien también entregó un homenaje “a la memoria de tan respetable talento de las artes del color y la pintura”. Informó que este cabildo decidió exponer su obra en la vía pública, que se convertirá en una ruta turística cultural.
En tanto, por el Ministerio de Cultura, lo homenajeó Isabel Basurto, quien resaltó que Endara buscó la perfección de su obra, que representa una ruptura en el arte, puesto que adoptó un estilo diferente, caracterizado por el realismo mágico. Adentrarse en su obra supone ingresar en su particular cosmovisión del mundo, resaltó.
LILA
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