No todo fue formal en Quevedo, amigos, conocidos y compañeros felicitan la nueva dignidad de César Litardo, como presidente de la Asamblea

Viernes, 17 de mayo del 2019 - 16:39 Imprimir Elaborado por: Sala de prensa

Antes de las siete de la mañana arrancaba la agenda del presidente de la Asamblea Nacional, César Litardo, en su ciudad natal: Quevedo. Regresaba a agradecer a su gente, con un cargo de alta responsabilidad en sus hombros. Quería agradecer a sus coterráneos y prometer que no defraudará su confianza.

Entre sus actividades, acudió a tres radios, un canal de TV, a un conversatorio con medios de comunicación, a un encuentro con transportistas  y a una reunión con los directivos de la Universidad Estatal de Quevedo, donde fue docente y quiere retomar la cátedra, cuando deje la Presidencia, a donde llegó muy jovencito, contaba Eduardo Díaz, rector. Ahora deja muy en alto el nombre de esta casa de estudio, de nuestro cantón y provincia. Cuenta con todos nosotros, con nuestro ejército de docentes y trabajadores, expresaba.

Los 13 cantones y 17 parroquias de mi provincia son mi motivación para asumir este reto. Soy el primer quevedeño y el segundo riosense en asumir el liderazgo de esta función del Estado. Agradezco las muestras de cariño y quiero retribuirlo con mucho trabajo. Mis triunfos serán los triunfos de ustedes, decía a los ciudadanos, a través de los micrófonos de los medios de comunicación.

Desde cuestiones políticas: agenda de trabajo, estabilidad política, fiscalización, hasta anécdotas personales y sueños eran los temas que los periodistas querían saber. El objetivo lo tenía claro: ahora que ya se conformaron las comisiones permanentes, el trabajo debe empezar de manera inmediata, con consensos, que desplacen cada vez más a los conflictos, decía. Con ese mecanismo su meta es cumplir una agenda que atienda los requerimientos de quienes los escuchaban y no. Los temas los tiene identificados: desarrollo, trabajo, seguridad, lucha contra la corrupción, fiscalización, fortalecimiento de la independencia de funciones, elevar la confianza del pueblo en su Parlamento.

Pero, los quevedeños querían saber más. Sobre cuestiones locales. Esa es la idea decía el Presidente, conocer las necesidades de cerca. Anunciaba que va a ampliar la participación ciudadana con ese objetivo, y además para que la ciudadanía conozca el trabajo de la Asamblea. Entre sus ideas está la de implementar aplicaciones tecnológicas, a fin de acercar los servicios de la Asamblea hacia la gente.

Fortalecer los institutos tecnológicos, con el seguimiento de la aplicación de las reformas a la Ley de Educación Superior; tramitar normativas que den herramientas para mejorar el sector agrícola y ganadero; hacer control político a las autoridades electorales, una vez que concluya el proceso plebiscitario; hacer seguimiento a la Ley de Fomento Productivo, que busca crear inversión y trabajo, eran algunos de los anuncios que hacía.

Cecil Moreno, docente de la Universidad Estatal de Quevedo, abrazaba a su compañero de trabajo y amigo, y decía que estaba seguro que cumplirá sus promesas. Así lo conoció, como un hombre emprendedor y entusiasta. Recordaba que fue el gestor del Malecón de Quevedo, pues César Litardo, buscó recursos de varios organismos públicos y privados para impulsar esa obra, a través de la Fundación Quevedo es Mi Ciudad. En cambio, Tomás Córdova recordaba que cuando la Asociación 25 de Julio buscaba un mercado, el ahora Presidente de la Asamblea se apersonó y lo logró, mientras Néstor Orellana le deseaba éxitos, le pedía que no se olvide de su gente y que lo invitaba al mercado a degustar el ceviche de pinchagua, que tanto le gusta.

En cambio, a través de llamadas telefónicas, le pedían que regrese a las canchas. Lo recordaban como el arquero, el dirigente deportivo, el amigo y compañero. Quienes no podían expresar lo que sienten y piensen, demostraban su cariño con fuertes abrazos y sonrisas. Si alguno de ustedes quiera visitarme, las puertas siempre estarán abiertas, expresaba el Presidente.

LILA

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