Migrar de la doctrina de protección integral, a la doctrina de desarrollo integral, es uno de los principales cambios que sufre el Código de la Niñez y Adolescencia, con las reformas que trabaja la Comisión Ocasional que estudia este tema. La mesa avanza en la construcción de este proyecto, que ya cuenta con el borrador de informe del Libro I, para primer debate.
Franklin Samaniego, vicepresidente de la Comisión, explicó la importancia de ajustar el Código. Explicó que este se expidió en 2003 y, por tanto, tiene que encajar con los avances de la Constitución de 2008, que es garantista de derechos. De ahí, la necesidad de dar un paso en la doctrina, en donde los niños más que ser sujeto de protección, son sujeto de derechos.
Para empezar, plantean un cambio en el nombre: de Código de la Niñez y Adolescencia a Código Orgánico para la Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes. “Orgánico” porque regula el ejercicio de los derechos reconocidos en la Constitución, mientras que “Protección Integral” porque corresponde a su finalidad. Significa proteger todos los derechos, tanto universales como específicos, durante todo su desarrollo evolutivo.
“Queremos construir un Código a la altura, que no sea coyuntural, sino que dure muchos años”, enfatizó Samaniego, tras resaltar que se lo está haciendo desde el territorio, visitando varias provincias y recibiendo el criterio de los actores directamente involucrados: los niños, niñas y adolescentes. Al menos 100 cartas escritas por ellos está procesando y analizando la Comisión.
En el Libro Uno, que regula los derechos, principios y ámbito de aplicación y que rige para todo el Código, se incorporan algunos derechos como el de participación; desarrollo integral; interés superior del niño; y a la integridad física, sexual y psicológica.
De acuerdo con Samaniego, estos derechos no se podrán desarrollar por completo si no se plasma los principios de especialidad y especificidad, que también se incluyen en las reformas. Es decir, las políticas, planes programas, proyectos, servicios, rutas, protocolos deben ser especializados y específicos, mientras que la institucionalidad, infraestructura y personal deben ser especializados.
Si bien en este momento la Comisión se encuentra concluyendo con el Libro I, el asambleísta explicó que se ha avanzado en los otros tres Libros. Sostuvo que el segundo, que tiene que ver con las relaciones familiares, ya se lo ha debatido en la Comisión de Justicia y existe un borrador previo que se lo podría discutir.
El tercero, relacionado con el Sistema de Protección Integral, es el que aún hay nudos que resolver y el cuarto, que incluye el tema de menores en conflicto con la Ley, lo está avanzando un equipo consultor, quienes deberán entregar una propuesta a la Comisión.
De esta manera, para Samaniego, la Comisión sí podría cumplir con los plazos para entregar al país, en este año, la reformas.
LILA/ea
