El Grupo Parlamentario de Bienestar Animal desarrolló una nueva jornada de análisis de la situación de la flota de embarcaciones de bandera China que se encuentra navegando en el límite de la Zona Exclusiva Insular y sus efectos ambientales. Con ese propósito, recibió criterios de expertos, fundaciones y académicos.
El asambleísta Washington Paredes, presidente del organismo, demandó del Gobierno ecuatoriano una posición más enérgica y firme respecto de este tema, al indicar que se trata de una flota de 200 barcos, que es una especie de verdaderas ciudades flotantes, que arrasan la riqueza marina y están contaminando el ambiente por el derrame de combustibles y desechos plásticos.
Anunció que la mesa trabaja en una resolución de exhortación a la Cancillería, a fin que ponga una nota de protesta al Gobierno de China, además de levantar una alerta de auxilio de parte de ONU, Unesco y Convemar, y la comunidad mundial.
Inty Gronneber, declarado embajador del ambiente para Ecuador, señaló que es extremandamente grave lo que sucede en Galápagos por la presencia de la flota pesquera de China, la más grande a nivel global y la menos regulada, que tiene serios cuestionamientos, en cuanto a sus actividades a nivel internacional.
Existen cerca de 17 mil buques asiáticos que están operando a nivel internacional, que buscan nuevos sectores en los cuales extraer el banco de proteína natural (peces), ya que han destruido totalmente sus propias costas, explicó. El principal inconveniente es la polución plástica y mal manejo de desechos, precisó.
Respuesta regional
Mientras, Oswaldo Rosero llamó a modificar radicalmente la percepción del Estado con respecto al mar, tomando en cuenta que genera 580 mil empleos directos e ingresos al fisco en el orden de 800 millones de dólares por turismo, especialmente en Galápagos. Planteó una respuesta regional, homologar las normativas y acercamiento con los países ribereños, con el objetivo que limiten la provisión de combustibles a este tipo de flotas, particularmente Panamá.
Afectaciones a especies
La Fundación Mingas por el Mar, a través de María Esther Briz, expresó que si bien se ha podido verificar la flotación de botellas plásticas que llegan a la costa, no se conoce el destino de otros desechos de las flotas que quedan en la columna de agua y las afectaciones sobre las diferentes especies marítimas.
Frenar atropello
Marco Escarabay sostuvo que el reclamo de la población de Galápagos no se enfoca solo en la preservación de recursos, sino en la cantidad de basura y desperdicios que están llegando a sus costas, por lo que hay que definir mecanismos legales para frenar estos atropellos.
Acudir a la Convemar
Para el biólogo Marco Oviedo el principal problema es que se desconoce, a profundidad, qué y cómo actúa esta flota extranjera, así mismo el tipo de artes de pesca que utiliza. Habló de acudir a la Convemar y el Acuerdo de Nueva York que hace referencia a la conservación y regulación de la pesca en Alta Mar y la condición de especies migratorias.
Mayor participación de actores
Finalmente, el legislador Sebastián Palacios, señaló que el Grupo Parlamentario tiene una gran misión: dar respuestas urgentes al país. Pidió convocar a la Fundación Charles Darwin, al Canciller, la Comisión del Pacifico Sur, Ministerio de Acuacultura, la Armada, entre otros, para robustecer el contenido de la resolución sobre esta temática.
MG/cz
