Ante la Comisión del Derecho a la Salud, las autoridades del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), absolvieron una serie de interrogantes de los legisladores respecto a los despidos de personal de salud en los diferentes hospitales del Seguro Social; además, el nivel de abastecimiento de medicinas, dispositivos e insumos médicos. En tanto, más de media docena de gremios de la salud expusieron sus demandas laborales y los legisladores piden soluciones.
El presidente de la comisión, Marcos Molina calificó de injustificables e irracionales los despidos de médicos. Tras exponer su solidaridad con el personal sanitario pidió explicaciones al presidente del Directorio del IESS, Francisco Cepeda, sobre si existe una estrategia definida, porque no es posible que no haya medicina y que 30 mil cirugías estén represadas.
Cepeda precisó que el manejo de los hospitales es descentralizado, que el fondo de salud está en 0 y que desconoce como se va a pagar a Solca Guayaquil. “Yo no puedo sentarme con la gente de Solca Guayaquil y prometer algo que no voy a cumplir”, enfatizó tras denunciar que el Ministerio de Finanzas le debe al IESS millones de dólares por concepto de IVA. “Eso debería ser automático y no tendría que estar rogando por ese pago todo el tiempo”, afirmó.
En tanto, Daniel Rodríguez, director del Seguro General Individual y Familiar, aseguró que se ha reintegrado a 690 profesionales médicos, que tienen sentencia o resoluciones judiciales favorables. “75 casos restantes están en procesos de vinculación”, aseguró.
Explicó que las desvinculaciones son del personal que tenía contratos temporales y se crearon para enfrentar la pandemia. “Cada unidad de salud deberá decidir si recontrata a los profesionales de acuerdo con sus necesidades y sin afectar las finanzas”, pero que, en el caso de los médicos residentes, las condiciones estipulan un máximo de 2 años. “Hay médicos que se están graduando y necesitan esas plazas, pues es un tema rotativo”, añadió.
Voces de los gremios
Los legisladores escucharon las demandas de los gremios afectados con la desvinculación. Wilson Tenorio, presidente de la Federación Médica Ecuatoriana, dijo que no es momento adecuado para desvincular a los “héroes de capa blanca”, sino de hacer justicia y fortalecer los niveles primarios de salud.
María Augusta Orozco, Maritza Carrillo y Lizbeth Silva, médicos desvinculados del Hospital General del IESS de Riobamba, expusieron la nueva realidad que enfrentan luego del riesgo inminente por la pandemia provocada por el Covid-19 y de la responsabilidad que implica salvar vida.
Orozco resaltó que las 17 personas cesadas ya firmaron contratos hasta diciembre. Carrillo, indicó que a las 17H00 del 31 de marzo se les notificó con el despido y que ninguno de los 16 médicos que trabajó en pandemia ha sido beneficiario de nombramientos. Silva mencionó que en Chimborazo existe el presupuesto para que los médicos pasen de contrato de emergencia a contrato se servicios ocasionales y solicita ayuda para los profesionales de la salud.
Miguel Crespo y Verónica Chávez, representantes del Colectivo Reacción, también desvinculados, solicitaron un análisis técnico de su realidad. Señalaron que son alrededor de 400 sanitarios los desvinculados, por lo que pidieron a las autoridades se solidaricen con su situación.
En tanto, Danilo Olalla Mera y Elvis Bustamante Lucio, representantes de las personas desvinculadas de los Hospitales del IESS, pidieron detener el irrespeto al personal de salud y ser sensibles con las familias del sector, que en muchos casos perdieron a sus seres queridos por llegar contagiados a sus hogares. Expusieron su preocupación por la forma que se manejó la desvinculación del personal sanitario.
Cristina Camino, médica del IESS comentó que hay personal que todavía no recibe nombramientos, pese a que “nosotros pusimos el rostro, el pecho y el corazón a la vida”, mientras que Héctor Tejada, de la Asociación de Médicos del Seguro Campesino expresó que no es posible que sean desplazados médicos y odontólogos con más de 15 años de servicio. Además, señaló que están impagos del bono de ubicación geográfica, por lo que solicitó la intervención de las autoridades.
Cristina Espin y Paola Gordillo desvinculadas del Hospital IESS Quito Sur solicitaron que se les restituya a sus empleos y advirtieron que los servicios de salud se hallan estancados. Enfatizaron que han sido víctimas de discriminación.
Por último, el presidente del Colegio de Médicos de Pichincha, Carlos Cárdenas, enfatizó que se trata de un reclamo legítimo de los profesionales desvinculados, quienes arriesgaron su vida en pandemia.
RSA/pv
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