Dentro del tratamiento del informe de primer debate del proyecto de reformas al Código Orgánico del Ambiente comparecieron ante la Comisión de Biodiversidad, Édgar Zambrano y Freddy Cabello, representantes de la Unión Nacional de Pequeños Productores de Cacao; Andrés Viteri, socio de la organización “Apicare-Organza”; Daniel Santi en representación del pueblo originario kichwa de Sarayaku; y, Nanky Wampankit de la Confederación Ecuatoriana.
Édgar Zambrano y Freddy Cabello se refirieron a que la industria del cacao en el Ecuador representa una fuente de ingresos para más de 150 mil familias que dependen de la actividad. Aseguraron que los cultivos superan las 600 mil hectáreas y siguen creciendo de manera sostenida.
Mencionaron que en la provincia de Manabí se realiza un estudio referente a la captación de carbono en cultivos agrícolas, con el fin de demostrar que plantaciones como las de cacao también pueden ser beneficiadas por el mercado de los bonos verdes.
“La única manera de hacer que los recursos por conservación lleguen al verdadero actor, es a través de la liberación de bonos de carbono, para que estos puedan ser negociados por los privados de manera directa”, argumentaron e insistieron en que el Estado ha representado una traba en cuanto a la aplicación de proyectos con organizaciones interesadas en invertir en temas de conservación y bonos de carbono en el país.
Por su parte, Andrés Viteri, en una amplia explicación del mercado de los bonos de carbono y los servicios ambientales, precisó que la reforma tiene que considerar todos los bienes y servicios ambientales, que el Ecuador tiene mucho que ofrecer en esta materia y no solo enfocarse en la participación en los mercados de bonos de carbono.
Aseguró que el crecimiento de este mercado se debe principalmente a que las grandes industrias buscan mantener sus ritmos de producción y necesitan compensar los altos niveles de contaminación que producen con la compra de bonos verdes a nivel mundial.
Sugirió incorporar al código regulaciones que impidan la intromisión de grupos que busquen mercantilizar o distorsionar de mala forma el mercado nacional de bonos y que el objetivo primordial sea impulsar proyectos de desarrollo sostenible.
Finalmente, Daniel Santi, Nanky Wampankit y Tuntia Katan, como representantes de los pueblos y nacionalidades amazónicos, propusieron que el Código del Ambiente considere que los sistemas de compensación deben tener como beneficiarios directos a los dueños de las tierras, donde se asientan los grandes bosques, que son la los principales captadores de carbono.
Además plantearon realizar una consulta prelegislativa relacionada con este tema, y también poner límites al mercado de bonos para que este se mantenga controlado. “Es hora de mirar hacia un futuro posextractivista”, concluyeron.
La mesa legislativa coincidió en que hay que articular un capítulo aparte, relacionado con el mercado de bonos de carbono dada la importancia del tema, asegurando que es una oportunidad para generar una normativa con visión hacia un futuro sustentable para el país.
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