La segunda vicepresidenta de la Asamblea Nacional, Marcela Aguiñaga, destacó que “ésta es una Asamblea Nacional joven, renovada, sin precedentes, integrada por hombres y mujeres con una profunda visión de servicio para el país, me acaba de dar la oportunidad de liderar un espacio inédito en la política, junto a Gabriela y Rosana”. Haga clic aquí para ver el discurso
“Somos gente joven que precisamente quiere impulsar una propuesta renovada para llevar adelante esas leyes que nuestra sociedad requiere” expresó, la precisar que la Asamblea es la máxima expresión de la soberanía popular y nacional.
La legisladora propuso un debate profundo sobre los temas fundamentales que el país demanda, porque hay urgencias que se deben enfrentar y están ante la oportunidad de ejercer una gestión legislativa sin bloqueos mezquinos.
Hizo un llamado a la unidad nacional, un compromiso de trabajo serio y responsable; propuso un diálogo permanente para lograr consensos; quiere que juntos inauguren un concepto de democracia incluyente, participativa, acorde con lo que el país aspiró con su pronunciamiento en las urnas.
Pidió ratificar una vez más el trabajo en equipo, porque con la suma de todas las voluntades, propuestas y capacidades se garantizará una gestión eficiente en la legislatura. Debemos estar conscientes de la gran responsabilidad que tenemos frente al futuro de 14 millones de ecuatorianos, agregó.
Pidió que se deje el pasado atrás, olvidar los sesgos, egoísmos, las ambiciones personales y trabajar por una Asamblea de puertas abiertas para todas y todos.
Recibo el encargo de la segunda vicepresidenta con la firmeza y la convicción necesaria para afrontar el reto con transparencia, respeto y honestidad, concluyó.
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