El asambleísta Andrés Páez Benalcázar denunció que el martes último recibió en su despacho, en el edificio Alameda, una comunicación anónima, en la que se amenaza contra su vida y la de sus colegas Paco Moncayo, Paco Fierro, Gilmar Gutiérrez, Lourdes Tibán, Fausto Cobo, Cesar Montúfar, Betty Amores, del ex asambleísta constituyente Luis Hernández y del ex presidente de la República, Lucio Gutiérrez.
Aseveró que la comunicación escrita habría sido despachada desde un kiosko de las calles Espejo y Guayaquil de esta ciudad, sin que exista un remitente y que llama la atención que el sobre haya llegado a su despacho, porque no tiene ninguna dirección, ni la de su oficina particular, ni de su despacho en la Asamblea, a la vez que anunció que ha requerido las grabaciones de las cámaras de seguridad para determinar la persona que dejó el documento.
Explicó que en la cuarta página “me encargan que les comunique a los colegas asambleístas que se aprestan a colocar bombas tanto en su domicilio como en el Parlamento y que su deseo es que mueran como perros” y que “se cierra esta amenaza con una mención que dice guerra avisada no mata gente”.
Por respeto a la ciudadanía no puedo leer el contenido de la comunicación porque los términos que utilizan son desagradables y lesivos a la honra de las personas, subrayó, al anunciar que entregará el documento original a la Fiscalía, a fin de que inicie las investigaciones para determinar al o a los responsables.
Aseveró que en principio recibió amenazas por teléfono, luego le cruzaron el carro y le apuntaron con una pistola, pero que “hoy han degenerado en amenazas escritas que nos recuerdan las peores épocas del fascismo”.
Agregó que extrañamente a esta carta se adjunta la copia de una cédula de ciudadanía que su número de ilegible y pertenece al ciudadano Ángel Rodrigo Cordero, nacido en Bolívar, el 20 de septiembre de 1984, al parecer, y en la comunicación le sugieren que lo conoce.
Las pruebas grafológicas nos conducirán a determinar las huellas digitales de las personas que han escrito esta comunicación, expresó, al asegurar que “es mi obligación, para ponernos a buen recaudo de estos hechos de violencia que pueden poner en riesgo la vida de las personas señaladas en la misiva, poner en conocimiento de la opinión pública y alerto a las autoridades de la Policía y de la Fiscalía, para que investiguen el origen de esta comunicación, porque no puede quedar en la impunidad este hecho que tiene que ver con la vida de asambleístas, de un ex Presidente de la República y de un ex constituyente”.
PV
