Asamblea rinde homenaje a la mujer en su día

Lunes, 08 de marzo del 2010 - 20:08 Imprimir Elaborado por: Sala de prensa

Convencido que la lucha emprendida por nuestras líderes heroínas de la historia ha sembrado frutos en el país, el presidente de la Asamblea Nacional, Fernando Cordero Cueva, saludó y rindió homenaje a la mujer ecuatoriana, al conmemorar el Día Internacional

En efecto, haciendo un alto en sus actividades cotidianas del quehacer político, Fernando Cordero señaló que son cien años de siembra de las voces de Dolores Cacuango, Manuela Sáenz, Rosa Zárate y Manuela Cañizares, que nos recuerda lo duro de esa lucha, pero que hoy, en la Constitución se garantizan los derechos de las mujeres, sin olvidar que existen muchas recompensas todavía insuficientes.


Hemos acelerado pasos y estamos convencidos que todavía hay mucho que hacer en este ámbito social, pero no dejaremos de apoyarles y de agradecerles todo lo que hacen las trabajadoras de nuestra patria por engrandecerla, subrayó.


El acto que fue organizado por la Dirección de Comunicación, la Administración General y la Presidencia de la Asamblea Nacional, contó con la participación de la Directora de Comunicación, Julia Ortega, de las asambleístas Diana Atamaint, Rosana Alvarado, quienes dieron un mensaje emotivo a las mujeres de nuestra patria.

Se dieron cita también, los asambleístas Paola Pabón, Mary Verduga, Jaime Abril, Raúl Abad, Gastón Gagliardo, Fernando Aguirre y Ángel Vilema y funcionarias de la Asamblea.


Reconocimiento al trabajo diario

Julia Ortega señaló que existen otros hechos históricos que ayudan a comprender la razón por la que las Naciones Unidas decidieron la celebración del 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer, el más importante, el reconocimiento al trabajo diario que miles de mujeres en todo el mundo llevamos adelante, sometidas a una gran carga discriminatoria.


Indicó que las hermanas de la libertad, como las llamó el maestro Oswaldo Guayasamín, constituyen un homenaje a la participación política de las mujeres ecuatorianas y “tenemos las suerte de tenerlas entre nosotros como ejemplo de vida y mujeres que abrieron el camino para el respeto de nuestros derechos, los derechos de las humanas”.


Sigamos empeñadas en ese cambio, que solo es posible realizar en el día a día, palabra tras palabra, paso a paso, acción tras acción, sobre todo en la búsqueda del buen trato y solidaridad femenina y para que el ejercicio de nuestros derechos sea posible, precisó.

Alcanzar el bien común

De su lado, la asambleísta Diana Atamaint, luego de hacer una reseña de varios procesos de lucha de las mujeres en el mundo por alcanzar la igualdad de derechos, señaló que en estos días, en los cuales el Ecuador carece de un derrotero cierto, precisamente por la carencia de un ambiente de paz y confraternidad, “cobra vital importancia la participación de nosotras, las mujeres, en un proceso que permita conseguir la construcción de un escenario nacional apropiado para alcanzar el bien común”.


Nuestra presencia es decisiva, pues los actos de una mujer raramente están impulsados por el odio, por el instinto de destrucción y egoísmo, por el afán de oprimir y sojuzgar a los demás. La confrontación, la violencia, la guerra, el ansia de destruir al enemigo, la necesidad de que exista un enemigo a quien eliminar, no son, definitivamente, atributos femeninos. El poeta plasmó magistralmente la grandeza de la mujer en esta frase: “No pidas a una mujer lo imposible; es capaz de darlo”.


La asambleísta al enviar su saludo a la mujer señaló que “es necesario tener confianza en nuestra naturaleza femenina y desarrollar nuestras capacidades para afrontar con valentía y decisión todos los retos que se nos presenten durante la vida, pero jamás nos dobleguemos ante las adversidades”.

No retrocedamos

No retrocedamos lo que no alcanzaron a hacer nuestra Manuelas, pues aún está pendiente de hacer mucho en America Latina. No queremos un derecho más, pero tampoco permitiremos un derecho menos, subrayó la asambleísta Rosana Alvarado al señalar “no nos pongamos en peligro, ni dejemos que nos pongan en peligro, pues la violencia contra la mujer es el más democrático de los males; nos ataca a todas, no distingue posición, ni instrucción, ni razón, nos margina a todas, nos maltrata a todas hasta anularnos”.


Las mujeres de hoy y de siempre debemos reconocer lo que somos, aceptar nuestros deseos, nuestras súplicas, nuestro enorme amor y debemos reivindicarnos como una mujer fuerte, valiosa, decidida, consciente de nuestra propia dignidad, subrayó.


En el Pleno de la Asamblea se presentó una narración de las vidas de Manuel Cañizares, Manuela Sáez, Dolores Cacuango y Rosa Zárate, las cuatro mujeres que constan en el mural de Guayasamín, mujeres dueñas de una vida ejemplar, caracterizada por la tenacidad, entrega y sacrifico por la patria.


JLVN/pv

 



Av. 6 de Diciembre y Piedrahita · Teléfono: (593)2399 - 1000 | Quito · Ecuador