Asamblea se sumó a actos de recordación en memoria de las víctimas del Holocausto; se rindió homenaje a Manuel Antonio Muñoz Borrero

Viernes, 27 de enero del 2012 - 20:41 Imprimir Elaborado por: Sala de prensa

La Asamblea Nacional, en coordinación con la ONU, la Comunidad Judía del Ecuador, la Embajada de Israel y el Colegio Alberto Einsten, desarrolló, en el antiguo Salón de Senado, en la sede legislativa, una ceremonia especial de recordación al Día Internacional en memoria de las víctimas del Holocausto.

En esta ocasión, se rindió homenaje al exdiplomático ecuatoriano Manuel Antonio Muñoz Borrero, por su valiente actividad para salvar la vida de judíos perseguidos durante la segunda guerra mundial.

En la mesa directiva estuvieron el presidente de la Función Legislativa, Fernando Cordero Cueva; Esteban Hecht, vicepresidente del Colegio Alberto Einstein; Rolf Stern, presidente de la Comunidad Judía del Ecuador; Eyal Sela, embajador de Israel; José Manuel Hermida, representante del Sistema de Naciones Unidas en Ecuador; Alejandro Mlynski, rabino; Fernando Bustamante, titular de la Comisión de Relaciones Internacionales; y, un grupo de sobrevivientes, entre otras personalidades.

Además, representantes de organismos internaciones y del cuerpo diplomático se dieron cita a este importante evento. En el marco de la emotiva reunión, se encendieron seis velas en memoria de los seis millones de víctimas del periodo nazi.

Rolf Stern, presidente de la Comunidad Judía, mencionó las atrocidades y acciones de crueldad cometidas contra el pueblo judío por parte del nazismo, que terminó con las vidas de millones de niños, hombres y mujeres, tras recordar la terrible experiencia de Ana Frank, quien a sus 13 años tuvo que hacinarse en un espacio ínfimo en Holanda, con ocho personas más, a fin de intentar, infructuosamente, llegar a tener una vida normal, pero fue descubierta por sus perseguidores y llevada a los campos de concentración, donde murió el 12 de marzo de 1945, a los 16 años de edad.

Destacó que el embajador Manuel Antonio Muñoz fue el primer ecuatoriano en ser reconocido como “Justo de las Naciones”, condecoración entregada por el Museo Holocausto en Israel, Yad Vashem, a los ciudadanos cuyas acciones hayan contribuido a salvar la vida de personas judías durante la Segunda Guerra Mundial.

José Manuel Hermida, representante del Sistema de Naciones Unidas, recordó que en noviembre de 2005, la Asamblea General de la ONU, declaró el 27 de enero como Día Internacional en conmemoración anual en memoria de las víctimas del Holocausto.

En la correspondiente resolución se puntualizó que el holocausto será siempre una advertencia para todo el mundo de los peligros del odio, fanatismo, racismo y los prejuicios e instó a los estados miembros a inculcar en las nuevas generaciones las enseñanzas del holocausto, con el fin de ayudar y prevenir manifestaciones de genocidio a futuro, dijo.

Ese día –27 de enero- es para recordar con vergüenza y horror algo que jamás debió ocurrir, para recordar la pérdida de vidas humanas apagadas injustamente por la intolerancia, los perjuicios y el odio. Un tercio de la población judía fue brutalmente asesinada, es decir, unos seis millones de personas, incluyendo un millón y medio de niños y niñas, agregó.

Nunca más

Nos hemos sumado a este acto por dos razones esenciales: rendir homenaje y recordar a esos mártires y víctimas del holocausto, así como relievar y reconocer la solidaridad y coraje del compatriota Manuel Antonio Muñoz Borrero, manifestó el presidente de la Asamblea Nacional, Fernando Cordero.

Sostuvo que el mejor homenaje del pueblo ecuatoriano a las víctimas está consagrado en la Constitución, que proclama la independencia e igualdad jurídica de los Estados; la solución pacífica de las controversias; promueve la paz; exige el respeto de los derechos humanos; rechaza toda forma de discriminación, etc.

Auspiciamos, continuó, una cruzada mundial por la paz, con el propósito de que nunca más se repita un holocausto, lo que debería ser una tarea de toda la humanidad.

El arquitecto Cordero enfatizó que lo que hizo el compatriota Manuel Muñoz es valorar lo que tenía que hacer. Le tocó discernir entre romper la norma de procedimiento diplomática o el derecho a la vida, entonces, él escogió lo segundo, por tanto, eso hay que reivindicar, concluyó.

MG/pv

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