Con la finalidad de realizar una constatación in situ de la problemática de los habitantes del Parque Nacional Yasuní; corroborar que el petróleo de los campos Ishpingo, Tambococha y Tiputini se encuentre bajo tierra; así como la contaminación provocada por la explotación petrolera, aurífera y maderera en sus alrededores, los asambleístas Fernando González, Daniela Cox, Tomás Zevallos, Gido Vargas, Fernando Cáceres, Alfredo Ortiz y la vicepresidenta de la Comisión de Biodiversidad, María Molina, visitaron la zona el pasado fin de semana.
María Molina indicó que la información recopilada servirá de base para sustentar la tesis ecuatoriana de mantener el petróleo bajo tierra y así proteger el pulmón no solo de la amazonía sino del mundo, en la Cumbre de Cancún, donde se abordará esta temática.
Durante el recorrido, se evidenció que existen poblados que no se han desarrollado adecuadamente, ni tienen una buena infraestructura sanitaria adecuada, el agua para el consumo está contaminada, la electricidad es racionada y la movilidad es un problema grave, porque tienen que movilizarse a través del río a costos elevados, con distancias grandes. En cuanto a salud dijo que existen niños con desnutrición
Indicó que en los campos Tiputini, Ishpingo y Tambocoha existen cabezales, lo cual evidencia que en épocas pasadas se realizó la sísmica de exploración para determinar la existencia de petróleo en la zona. Estos pozos están dentro del Parque Nacional Yasuní y tienen pasivos ambientales a su alrededor. Además se constató una diferencia grande entre lo que es la vegetación del suelo no contaminado, con el que ha sufrido daños ambientales, subrayó.
Los asambleístas tomaron muestras de tierra y de agua de la zona en la cual se puede ver el grado de contaminación en cantidades muy superiores a lo permisible, inclusive dañino para la agricultura y enfermedades en la gente por la acumulación de metales en su organismo lo cual ha generado cáncer, leucemia y problemas dermatológicos, enfatizó.
En otro orden, dijo que los pobladores de Nuevo Rocafuerte denunciaron que el alcalde de esta jurisdicción, sin razón alguna, trasladó hace más de un año, la capital del cantón Aguarico hacia el fuerte militar ubicado en el Tiputini, lo cual generó división entre los pobladores y el respectivo malestar, por lo que pidieron a los comisionados realizar las investigaciones de caso, para dar solución a este problema.
A más de la explotación petrolera, existe la explotación aurífera y maderera que ha ocasionado graves problemas a estos sectores, dijo María Molina, al sostener que hay dos regimientos militares totalmente abandonados, lo cual ha imposibilitado el control y protección de la zona.
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