Con la presencia de centenares de estudiantes, trabajadores, empleados, profesores de varios centros de educación superior, los asambleístas, al reanudar el primer debate de proyecto de Ley Orgánica de Educación Superior, sostuvieron que es necesario establecer la autonomía responsable a las universidades, es decir, con rendición de cuentas.
Así el asambleísta Juan Fernández al señalar que profesores y estudiantes están vigilantes de la aprobación de esta ley, pidió que se respete la autonomía universitaria y su presupuesto, al tiempo que expresó que con ello se asegurará una educación superior democrática con cambios profundos y radicales, con autonomía académica, financiera y orgánica, cogobierno, libertad de cátedra, gratuidad de la educación, sin que les exima a ser fiscalizadas.
Advirtió que la creación de la Secretaria Nacional de Educación no está prevista en la Constitución, al tiempo que propuso incluir en el proyecto la jubilación complementaria para aquellos servidores universitarios y que se determine el respectivo presupuesto para capacitación de los docentes.
Entre tanto, Gastón Gagliardo, al sostener que este proyecto es de revolución, ya que busca una educación de calidad, precisó que, lamentablemente, las universidades amparadas en una autonomía extrema, no han sabido rendir cuentas, por lo que se requiere construir un proyecto libertador articulado al Plan Nacional de Desarrollo, a fin de responder a los principios consagrados en la Constitución y garantizar una autonomía responsable, con rendición de cuentas y participación social, pues solo el compromiso de todos los ecuatorianos permitirá avanzar a una educación de calidad, donde los grandes beneficiados serán los estudiantes y la nación.
De su lado, Magali Orellana sugirió que se creen universidades en las provincias orientales, de modo que la juventud de esa región tenga la oportunidad de educarse en su lugar natal, evitando de esta manera el centralismo en provincias grandes.
La asambleísta Betty Amores afirmó que con honrosas excepciones las universidades están lejos de contribuir al país para alcanzar una educación de calidad. Explicó que según el estudio del Conesup de 27 737 docentes en las universidades, 17 207 tienen estudios del tercer nivel y apenas 6 000 tienen una maestría y cada vez menos personas se dedican a la ciencia e investigación científica, razón por la que se ha sugerido frenar la proliferación de carreras alejadas de la investigación científica.
Por s u parte, Tito Nilton Mendoza expresó que el Consejo de Educación Superior debe ser un ente totalmente independiente a los gobiernos de turno y que su conformación debe sujetarse a los principios de la Constitución, es decir, mediante concurso de méritos y oposición.
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