Luego de realizar la investigación pertinente sobre el ataque con lanzas en la comunidad Colona de Los Reyes, en la provincia de Orellana, así como los posibles daños ocasionados por el derrame de agua tóxica de formación, en el sector de Pacayacu, en la localización del pozo Shuara 24D, en la provincia de Sucumbíos, la Comisión de Biodiversidad, este martes 27 de octubre, a las 9H30, realizará un análisis y tomará una resolución sobre los informes presentados por la delegación que visitó esa zona.
Como se recuerda una delegación de la Comisión de Biodiversidad y Recursos Naturales, conformada por los asambleístas Tomás Cevallos, Gido Vargas y Rosana Alvarado, presidenta del organismo, se trasladaron a las provincias de Orellana y Sucumbíos para investigar los hechos señalados.
En Orellana, en horas de la mañana del 10 de agosto de 2009, se registró un ataque con lanzas en las cercanías de la comunidad Colona de Los Reyes, en la parroquia Dayuma, provincia de Orellana, producto de lo cual murió la señora Sandra Zabala Castro, de 35 años de edad, su hijo Byron Duche, de 17 años; y fue mortalmente herida con una lanza su hija Damaris Duche, de 11 años, quienes se encontraban recorriendo un camino vecinal que estaba siendo ampliado con maquinaria pesada del Municipio de Orellana, a pocos pasos de la plataforma petrolera Hormiguero Sur A, de la compañía Petroriental. Así mismo se reportó como desaparecido un menor de seis meses de edad, que presumiblemente había sido tomado por los atacantes.
En cambio, en Sucumbíos los asambleístas fueron a constatar los posibles daños ocasionados por el derrame de agua tóxica de formación, en el sector de Pacayacu.
El asambleísta Gido Vargas denunció que el 26 de junio pasado, por el lapso aproximado de 15 días, en la localización del pozo Shuara 24D, se encontraba operando la compañía PDVSA, de Venezuela, ubicado en la parroquia Pacayacu, perteneciente al campo Libertador de Petroproducción, filial de Petroecuador, perteneciente a la provincia de Sucumbíos, se produjo un severo daño ambiental y a la biodiversidad del sector, puesto que se derramaron alrededor de 70 mil barriles de agua tóxica de formación.
Con este argumento, solicitó a la titular de la Comisión visitar a la zona, a fin de realizar una investigación de este hecho, evaluar los daños y proponer una intervención inmediata que viabilice una mitigación de los efectos dañinos producidos, así como también la determinación de responsables, ya que la contaminación afectó a las lagunas y ríos como son: Shuara, Pacayacu y desembocó en el río Aguarico, provocando, además, que la población no cuente con el líquido vital necesario para su supervivencia.
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