En el marco del primer debate del proyecto de Ley Derogatoria del Artículo 38 de la Ley de Migración y de Exoneración Económica Tributaria a favor de los ciudadanos haitianos que ingresaron al Ecuador y que se hallan en situación irregular, el asambleísta Gabriel Rivera, vocal de la Comisión de Relaciones Internacionales, formuló un llamado para que se abandonen las viejas visiones geopolíticas y se renuncie a los criterios economicistas que pretenden encasillar a los seres humanos como mercancías, o piezas de ajedrez, dentro del concierto de la política internacional.
Pidió que se acoja con los brazos abiertos a los hermanos haitianos, no porque lo mande la ley o un reglamento, sino porque nuestro pueblo tiene un corazón sin frontera y que su espíritu solidario trasciende las ideologías y la bondad de su alma, que siempre está dispuesto a tender la mano a quienes lo necesitan.
Recordó que la Constitución propugna principios como la ciudadanía universal; la libre movilidad de todos los habitantes del planeta y fin de la condición de extranjero, como elemento transformador de las relaciones desiguales entre naciones y entre personas.
Señaló que la visión internacionalista de ciudadanía universal no significa solo una aspiración intencionada de dejar de lado las diferencias por origen, es un proyecto político que pretende establecer una nueva ciudadanía de aplicación planetaria o global.
Rivera subrayó que ningún ciudadano debe considerarse extranjero en territorio ecuatoriano, porque forma parte de una gran familia de millones de hermanos que comparten los mismos sueños, los mismos principios y, sobre todo, que albergan la misma esperanza de caminar juntos y arrimar el hombro por la construcción de un mejor futuro para nuestros descendientes; un futuro de equidad y oportunidades, en el que cada uno valga por lo que es, que reciba lo que merece y merezca lo que reciba.
Por ello, dijo, es inmensamente pertinente la presentación del proyecto de ley enviado por el Ejecutivo, al cual la Comisión de Relaciones Internacionales ha agregado el derecho al proceso de reunificación familiar de los ciudadanos haitianos con sus cónyuges, las personas en unión libre, los hijos menores de edad y, de ser el caso, los parientes huérfanos de padre y madre menores de edad que tengan hasta el tercer grado de consanguinidad, de acuerdo con la ley ecuatoriana. Este es un factor muy importante porque se le da la oportunidad al ciudadano haitiano de poder vivir con sus hijos, esposos y demás familiares, reiteró.
Además, justificó que se determine la exoneración de multas por temas migratorios a los ciudadanos haitianos y no una amnistía, que no era procedente.
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