La vicepresidenta de la Comisión de los Derechos de los Trabajadores y la Seguridad Social y representante de los migrantes, Dora Aguirre, aplaudió la resolución de la 100 Conferencia de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), de aprobar el “Convenio sobre el trabajo decente para las trabajadoras y los trabajadores domésticos”.
Sostuvo que la lucha de miles de trabajadores domésticos en todo el mundo, especialmente migrantes, dio sus frutos, y que la aprobación de este convenio, que constituye un hecho histórico, permitirá reconocer los derechos especialmente de miles de mujeres migrantes, que se dedican a las labores domésticas, de dependencia y remuneradas, que en la mayoría de los casos ven vulnerados sus derechos como trabajadoras.
Dora Aguirre, representante de los ecuatorianos en Europa, Asia y Oceanía, reiteró “vemos con gran satisfacción que después de años de lucha y reivindicaciones miles de trabajadoras y trabajadores domésticos, organizaciones sociales y sindicales, se reconozca un derecho legítimo que hemos defendido desde el espacio asociativo y ahora desde el ámbito público”.
Argumentó que la norma reconoce la contribución significativa de las y los trabajadores domésticos a la economía mundial, el incremento de la capacidad de cuidado de las personas de edad avanzada, los niños y las personas con discapacidad y un aporte sustancial a las transferencias entre países.
Así mismo, consideró que el trabajo doméstico de dependencia sigue siendo infravalorado e invisible y que lo realizan principalmente las mujeres y las niñas, muchas de las cuales son migrantes o forman parte de comunidades desfavorecidas y son particularmente vulnerables a la discriminación con respecto a las condiciones de empleo y de trabajo, así como a otros abusos de los derechos humanos.
Precisó que con la aprobación del convenio se reconoce: jornada de trabajo, descanso semanal de al menos 24 horas consecutivas, límite al pago ‘in natura', términos y condiciones del empleo, respeto a los principios y derechos fundamentales en el trabajo, incluyendo la libertad de asociación y negociación colectiva.
En este marco, destacó que con la nueva Constitución, nuestro país ya garantiza a las y los trabajadores domésticos períodos laborales iguales a los de los trabajadores en general, la afiliación obligatoria a la seguridad social, descansos semanales y vacaciones anuales, así como la remuneración correspondiente.
El convenio señala que en la legislación nacional se deberá disponer que las y los trabajadores domésticos migrantes que son contratados en un país para prestar servicio doméstico en otro reciban por escrito una oferta de empleo o un contrato de trabajo, que incluya condiciones de empleo, antes de cruzar las fronteras nacionales.
Los países miembros deberán determinar las condiciones que regirán el funcionamiento de las agencias de empleo privadas que contratan o colocan a trabajadores domésticos, en conformidad con la legislación y la práctica nacional.
Por último, Dora Aguirre manifestó que para hacer efectivo el convenio los países deberán reformar sus leyes, con el fin de proteger los derechos de los trabajadores del sector. Ecuador fue uno de los 396 países que aprobó el convenio, el mismo que deberá ser remitido por la OIT para su ratificación y aplicación.
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