Con esta frase, el presidente de la Comisión Ocasional de Cultura, Marco Murillo, explicó al Pleno el alcance del proyecto de Ley Orgánica de Culturas, que recoge las principales demandas de los actores, gestores e instituciones involucradas en esta temática.
Indicó que el cuerpo legal se socializó, vía correo electrónico, con más de 3 500 actores, así como con 2 500 personas que, a título personal y corporativo, participaron en las asambleas regionales desarrolladas en Riobamba, San Antonio de Ibarra, Puyo, Santo Domingo, Guayaquil, Machala, Cuenca y un gran encuentro nacional en Quito. Se receptaron 400 observaciones, 20 propuestas por escrito.
La normativa incluye la creación de un Consejo Nacional de Culturas, como ente veedor, planificador de las políticas públicas y culturales; que el Ministerio del ramo cumpla con las funciones de rectoría, regulación, protección y dirección de las políticas públicas y culturales; el fortalecimiento de la Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión; la incorporación de la plurinacionalidad, pluriculturalidad e interculturalidad, como ejes transversales del hacer cultural.
Así mismo, dijo, se incorporaron en la normativa a entidades y organismos culturales comunitarios y urbanos, fortaleciendo el carácter cultural megadiverso de nuestro país. Se plantea la creación de tres subsistemas: de creación, producción, circulación de los bienes culturales y artísticos; la memoria social y patrimonio cultural; y, el diálogo y el desarrollo intercultural.
También se dispone el reordenamiento y reglamentación de las instituciones que trabajan en cultura, el fortalecimiento del patrimonio cultural del país, así como la creación de un fondo nacional de cultura, de las artes y el patrimonio.
Igualmente, la Comisión realizó dos aportes importantes que fueron aprobados por unanimidad de sus integrantes: declarar a esta ley como orgánica y que se la denomine como de culturas, en reconocimiento del Estado plurinacional y mutiétnico establecido en la Constitución.
Esta ley, añadió, determina la autonomía de las culturas, el fomento de la interculturalidad, la participación social, la contribución de las culturas al desarrollo sostenible y sustentable y el carácter transversal de la cultura.
Plantea la prioridad de la producción independiente de las industrias culturales nacionales, los principios de acción afirmativa; se establecen los derechos culturales, la identidad cultural, los saberes ancestrales, el derecho a la planificación pública descentralizada, se fortalece la identidad nacional y cultural, se protege las diversidad de las expresiones culturales, fomentando el conocimiento, la inclusión, la valoración y el diálogo do entre todas ellas, entre otros aspectos.
Marco Murillo, precisó que el objetivo fundamental de este debate es establecer una buena ley de culturas para el pueblo ecuatoriano.
JLVN/eg
