El día de las Redes Sociales

Martes, 05 de octubre del 2010 - 15:30 Imprimir Elaborado por: Sala de prensa

Fuente: Heraldo.es

presidente_espaaFernando Cordero, presidente de la Asamblea Nacional de Ecuador, vivió entre Madrid y Zaragoza las primeras horas de la crisis política en su país, que fue, a su juicio, una acción "no espontánea".

Angustia e impotencia. Estas palabras fueron las elegidas por Fernando Cordero, presidente de la Asamblea Nacional (Parlamento) de Ecuador, para definir las sensaciones que se apoderaron de él cuando aterrizó en Madrid a las cinco de la tarde del jueves y, al conectar su teléfono móvil, un aluvión de llamadas y mensajes le ponía sobre aviso del delicado momento que se vivía en su país. "Todo lo que nos llegaba era una mezcla de noticias y rumores. Se nos hizo muy largo hasta que pudimos recobrar la comunicación con la Asamblea", reconoció, solo parcialmente aliviado.

Cansado, tras una noche demasiado larga a la que pudo arrancar "un rato de sueño", Cordero pasó ayer por Zaragoza para firmar dos convenios de colaboración con la Fundación Manuel Giménez Abad en la sede de las Cortes de Aragón. Las entrevistas con los medios de comunicación se sucedían y, entre medio, aún tenía tiempo para atender llamadas de apoyo, como la que recibió durante la conversación con HERALDO de la vicepresidenta del Congreso de los Diputados, Teresa Cunillera. "Agradezco los apoyos recibidos, del Gobierno de España, de su presidente, e invito al mundo entero, a los parlamentos del mundo, a las democracias del mundo, a cerrar filas para apoyar a Ecuador, porque ahí tenemos un presidente democrático", indicó.

Presidente que, dijo, estuvo a punto de ser asesinado en una acción "no espontánea" que buscaba hacer el mayor daño posible. "Correa estaba convaleciente de una operación de rodilla efectuada el día 20 y se vio envuelto en la revuelta policial. Los sublevados querían que, desprovisto de su andador, afectado por los gases lacrimógenos y con la herida reabierta, cayera, se asfixiara. De hecho, sus seguidores le pusieron una máscara antigás y los rebeldes se la quisieron quitar. Fue una acción muy calculada", narró. Lo más importante ahora es descubrir quiénes han sido los autores intelectuales, los diseñadores de unos hechos que fueron "planificados", subrayó.

Investigación de la Fiscalía


Preguntado por la posible implicación del ex presidente Lucio Gutiérrez en los hechos, afirmó que no tiene posibilidad de contestar y confió en la capacidad de la Fiscalía de Ecuador para hacer una investigación imparcial y profunda, "suficientemente serena, pero suficientemente radical también", para dar con los verdaderos autores, cómplices y encubridores. "Los propios agentes nos podrán contar. Ya lo han empezado a hacer", señaló Cordero, quien insistió en que la Policía estaba desinformada y ha sido "usada".

En este sentido, recordó que las razones esgrimidas por los policías para la revuelta, referidas a supuestas pérdidas salariales, no tenían razón de ser ya que la Constitución tiene "el principio de progresividad de los derechos". "Ningún derecho puede ser eliminado, así que no se puede perjudicar a los trabajadores. Lo que la ley aprobó fue hacer transparentes los salarios, los gastos públicos, que los ciudadanos sepan en qué se gasta el dinero", indicó el presidente de la Asamblea Nacional.

También precisó que, durante la revuelta, muchas operaciones de inteligencia se hicieron simultáneamente. "Se desconectaron antenas de conexión satélite, seguramente para atentar contra la libertad de información; se asaltó la Asamblea Nacional y se borraron todas las imágenes de las cámaras de seguridad, creyendo que no tenemos réplicas, para hurtar pruebas; también se cerró el aeropuerto internacional", enumeró, en su intento por demostrar la imposibilidad de una acción espontánea. En ese sentido, también recordó que la Asamblea ya fue asaltada hace unos días por un partido político opositor al Gobierno del país, algo que se tendrá que investigar también.

Una agenda que cumplir

Fernando Cordero admitió que, cuando se enteraron en Madrid de la gravedad de los hechos, la delegación que él encabeza valoró la posibilidad de regresar lo antes posible a Quito, pero, ante las noticias cada vez más tranquilizadoras que llegaban desde su país, decidieron mantener la agenda, viajar a Zaragoza y cumplir también sus compromisos en Ginebra, donde él participará en la reunión del Grupo Latinoamericano y del Caribe, así como en la Comisión y el Consejo Directivo de la Unión Interparlametaria Mundial.

"Al principio era un caos. Ningún teléfono funcionaba, las comunicaciones estaban cortadas", indicó Cordero. Sin embargo, la tecnología se alió con ellos. "Con un portátil logramos una comunicación bastante eficiente. Gracias a Facebook, Skype, Messenger y todo tipo de redes sociales y sistemas de comunicacion alternativos pudimos conocer la realidad en Ecuador. Después de un buen rato ya conseguimos calmarnos, y la verdad es que gran parte de la calma nos llegó de allá", concluyó.

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