En ceremonia especial, se oficializó la designación de la excámara del Senado como Salón de la Libertad “José Mejía Lequerica”

Miércoles, 28 de noviembre del 2012 - 00:45 Imprimir Elaborado por: Sala de prensa

En un ambiente matizado de luces y colores, este martes se desarrolló la ceremonia de denominación oficial de la excámara del Senado, con el nombre de Salón de la Libertad “José Mejía Lequerica”, en cumplimiento de la resolución adoptada por el Pleno, el pasado 15 de noviembre.

Con esta oportunidad, también, se presentó el facsímil de la Constitución de Quito, expedida hace más de 200 años, el 15 de febrero de 1812.  La Constitución Quiteña o Pacto Solemne de la Sociedad y Unión entre las provincias que formaban el Estado de Quito, fue aprobada por el Primer Congreso Constituyente, establecido en 1811.

A este acto solemne asistieron representantes del cuerpo diplomático, asambleístas, miembros de la Academia de Historia, medios de comunicación y más de 200 invitados.

Parlamentario revolucionario

En su intervención, el presidente de la Asamblea Nacional, Fernando Cordero Cueva, destacó que José Mejía Lequerica se caracterizó por ser un parlamentario revolucionario. Mucho de lo que se puede leer y conocer sobre este ilustre personaje, hoy está rodeado de un velo de misterio y leyenda, sin embargo, desde su nacimiento, su vida fue una constante lucha por el conocimiento, la libertad y la igualdad, en una sociedad anclada en el pasado, como fue la quiteña del Siglo XVIII, subrayó.

Precisó que su infancia y adolescencia fueron marcadas por la escasez y la estrechez económica, que supo sobrellevar con una enorme dedicación e inteligencia para el estudio, lo que -a la postre- le acercó al precursor y sabio quiteño Eugenio Espejo, quien lo guió y con el tiempo pasó a ser parte de su familia, ya que José Mejía se casó con su hermana, Manuela Espejo.

Se desempeñó como profesor de varias cátedras y, luego, como parlamentario, en las Cortes de Cádiz, de España, defendió con amor y pasión los derechos de su patria y la causa de América, especialmente las libertades civiles.

Resaltó que nació, creció y luchó en una época profundamente revolucionaria, que con gran capacidad, formación e inteligencia, supo aquilatar y sopesar para entregar toda su energía y aporte, como si su vida hubiese tenido como único propósito legar para la posteridad, la que históricamente ha sido la primera y más importante Constitución Liberal que ha tenido el imperio español, la de Cádiz.

Acertada decisión

Entre tanto, Juan Cordero Íñiguez, director de la Academia Nacional de Historia, calificó de acertada la decisión del Pleno de la Asamblea de designar con el nombre de José Mejía Lequerica a la excámara del Senado, por tratarse de un personaje de la historia quiteña que transcendió en el mundo.

Reseñó que la Constitución de 1812 se convirtió en una especie de nacimiento del constitucionalismo y una nueva historia jurídica en nuestro país, que ratificó que el poder está en el pueblo, que delega a sus representantes su ejercicio, a través de tres funciones fundamentales: Ejecutiva, Legislativa y Judicial, que no existe el derecho debido de los reyes, como se había sostenido a lo largo de más de tres siglos.

Insistió que en esa Carta Política se consagró la libertad y autonomía. “Nuestra capital es Luz de América y lo seguirá siendo con reconocimiento internacional. Dicha Constitución y la de 2008, aprobada en referéndum por el pueblo, se relacionan en cuanto a las disposiciones que marcan un camino para avanzar en la conquista hacia el buen vivir”, concluyó.

MG/eg

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