Patricio Santi, representante de la Feine, al destacar la importancia de la consulta prelegislativa, que por primera vez se desarrolla a nivel mundial, con sello ecuatoriano, dijo que a partir de la convocatoria oficial de la Asamblea Nacional esta organización indígena ha realizado su inscripción desde las bases de primer y segundo grado, a fin de emitir sus comentarios o aportes al contenido del proyecto de Ley de Culturas y sobre todo a los temas sustantivos que están puestos a consideración de estas agrupaciones.
Ecuador es pionero en este tema y los pueblos y nacionalidades deben aprovechar esta oportunidad para cuestionar o ratificar las propuestas que están escritas en la normativa legal de culturas, afirmó.
Agregó que en la Amazonía, sobre todo en Napo, Pastaza, Orellana se acercaron algunas organizaciones para inscribirse y lo mismo lo hicieron en la sierra centro y en la costa; y lo que esperan es que se entreguen los formularios y las matrices con las preguntas en los tres temas sustantivos, que según conoce se lo hará a partir de septiembre.
Dijo que se movilizan en todas las provincias, a fin de socializar la propuesta legislativa, por lo que sería oportuno se les entregue en CD y en un impreso para que puedan estudiar la propuesta. Si bien los pueblos y nacionalidades no van a la parte técnica o la forma como redactar una propuesta legislativa pero si pueden aportar con criterios.
Al referirse a los conocimientos colectivos, tecnologías y saberes ancestrales, expresó que el Estado debe garantizar los conocimientos colectivos, para que ciertos grupos de poder, con intereses individuales no se apropien de los mismos, como por ejemplo el tema de la ayahuasca, que fue patentado en los Estados Unidos, siendo una riqueza propia ecuatoriana. Esos conocimientos no son de una persona, sino de todo un colectivo, subrayó.
En este marco, dijo que se debe garantizar el conocimiento de los pueblos y nacionalidades para que nadie se lleve o se apropie de los mismos, por tanto, el proyecto debe apuntar hacia este objetivo, es decir que el Estado tutele ese derecho fundamental.
Por último, afirmó que es necesario garantizar la cultura desde su propia cosmovisión con una verdadera participación y orientación de las diversidades que hay en el Ecuador. Si bien es cierto que el Estado tiene el tutelaje de todo, hay que dar el espacio a los pueblos originarios para que desarrollen la historia con sus propios hechos por ejemplo los amautas o líderes indígenas y campesinos que también hicieron historia y que se han quedado en el olvido, concluyó.
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