El presidente de la Asamblea Nacional, Fernando Cordero Cueva, en la sesión solemne del Pleno, enfatizó que la aplicación de las decisiones aplicadas al Acuerdo de Paz, firmado en Brasilia el 26 de octubre de 1998, ha permitido consolidar la confianza entre las dos naciones hermanas, lo cual es de enorme trascendencia e impacto para nuestros pueblos.
La confianza ecuatoriana-peruana es hoy global ya que no es únicamente de nuestros pueblos que ni en los peores momentos de las escaramuzas bélicas, dejamos de sentirnos hermanos, afirmó.
Hemos visto durante los últimos años del gobierno de Alan García que con nuestro presidente, Rafael Correa, se han realizado anualmente reuniones binacionales, se han mantenido permanentemente las comisiones de buena voluntad y vecindad, se ejecutan proyectos binacionales que estaban olvidados. Todo esto lo que muestra es una evidente voluntad política, que no es otra cosa que sintonizarse con nuestros pueblos y que ha concretado y consolidado significativamente la vocación pacífica de nuestras naciones, añadió.
Al señalar que los campos de acción son múltiples: vialidad, salud, educación, seguridad fronteriza, resaltó la decidida gestión para concretar el proyecto Puyango - Tumbes, que ya una realidad, pues están dados los últimos pasos y nuestros pueblos pronto disfrutarán de los beneficios de esta enorme trascendencia, lo cual consolida la integración que hemos añorado y la hemos sentido históricamente.
Cordero Cueva, precisó que la ratificación de los límites marítimos de nuestros países, constituye una manifestación de confianza, pues representa el reconocimiento a nuestros acuerdos históricos que se expresan en las notas transversales y los límites que constan en la Carta Náutica que presentó Ecuador ante las Naciones Unidas y que recogen, con toda prolijidad y exactitud, el Acuerdo de Lima de 1954.
Aseguró que esta actitud tiene mucha importancia para América del Sur y la Unión de Naciones Suramericana (Unasur), porque consolida la paz y la amistad con el Perú.
Por todo eso, dijo que al Presidente del Perú le consideran un amigo, un buen vecino, una persona que deja una huella en su país y en el Ecuador un recuerdo maravilloso, porque está pronto a dejar su mandato.
Sabemos que la historia lo hacen los pueblos, pero la conducción de los mandatarios y los líderes es fundamental cuando saben sintonizarse y escuchar la voz de los pueblos, por esa razón la Asamblea Nacional le impone la Condecoración “Eloy Alfaro”, que entrega a los presidentes de pueblos hermanos que han sabido hacer valer esa condición: la de hermanos, vecinos, compañeros de todos los cambios que exige el mundo contemporáneo y nuestra particular región la Suramericana, puntualizó.
Acepte la condecoración como muestra de amistad del Ecuador y como un reconocimiento del poder Legislativo del Ecuador que tiene cada vez más cercanía, proximidad y amistad con la Función Legislativa del Perú, concluyó.
JLVN/pv
