“La misión fundamental de la Superintendencia será velar por el fomento y fortalecimiento de las prácticas de la economía popular y solidaria y garantizar, mediante un eficiente y eficaz proceso de supervisión, la estabilidad, solidez y correcto funcionamiento de las instituciones que constituyen las diversas formas de organización de la economía popular y solidaria y su sector popular y solidario”, manifestó Hugo Jácome, en conferencia de prensa, luego de su posesión ante la Asamblea Nacional como Superintendente de Economía Popular y Solidaria.
En esta ocasión, advirtió que la economía popular y solidaria, pese a su importancia social y económica, ha sido invisibilizada, discriminada y hasta excluida, a la vez que advirtió que la presencia de emprendimientos concernientes a la economía popular ha sido históricamente importante en el país, con una rica tradición cooperativista durante un siglo, a tal punto que Ecuador es el segundo país en América Latina, solamente después de Brasil, con mayor número de cooperativas.
Al expresar que las microempresas y los emprendimientos familiares representan más del 86 por ciento de la totalidad de establecimientos económicos del país, de acuerdo con los resultados del último censo económico, manifestó que la economía popular y solidaria generar ingresos percibidos o calculados por sus ventas por alrededor del 35% del producto interno bruto (PIB) y genera más del 50% del empleo en el país.
Añadió que las estimaciones de ahorro o de captación de dinero que tiene el sistema cooperativo es de 3.600 millones de dólares, es decir, “estamos hablando de un sector de suma importancia para la economía ecuatoriana”.
Explicó que la economía popular y solidaria es toda actividad económica que desarrollan organizaciones y empresas basadas en principios de solidaridad y participación, esto es, grupos cooperativos, asociativos, comunitarios y unidades económicas populares, cuyo objetivo no es la acumulación o enriquecimiento individual o particular, sino que persiguen objetivos económicos y sociales. No estamos frente a una nueva forma de hacer economía, sino frente a actividades existentes desde hace mucho tiempo atrás y que constituyen uno de los sectores más grandes, concluyó.
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