La asambleísta Alexandra Ocles, en el marco de la 131 Asamblea General de la Unión Interparlamentaria, reunida en Ginebra, que debate la violencia contra la mujer, exhortó a los parlamentos del mundo a generar cambios fundamentales en la educación, pues una educación basada en los derechos humanos favorece la concepción de sociedades más inclusivas e interculturales.
Expresó que “los datos y las estadísticas nos dicen que aún en el mundo 6/10 mujeres, han sido víctimas de cualquier tipo de violencia manifestada de formas múltiples interrelacionadas y a veces recurrentes”.
Las mujeres saben cómo opera el círculo de la violencia pero no saben cómo termina; nos repugna escuchar a diario que mujeres y niñas son violadas, preocupa la recurrente práctica de matrimonios forzados, justificados a veces por temas de tradición o prácticas culturales consuetudinarias; duele saber que mujeres pueden ser consideradas trofeos de guerra; como duele la situación de los niñas, niños y adolescentes migrantes que son víctimas de traficantes de personas en su anhelo de la reunificación familiar, pero sobre todo horroriza los casos de femicidio y más aún cuando estos quedan en la impunidad, enfatizó.
Relevante es reconocer que a través de distintas experiencias de política pública la acción del movimiento feminista, en alianza con los parlamentos, ha cambiado de alguna manera la vida de las mujeres. Los datos, indicadores, estadísticas nos dan clara muestra de los avances que hemos logrado en referencia a la participación política de las mujeres. Para muchos, la lucha por la igualdad entre mujeres y hombres es un principio transversal y democrático. Lo que no es democrático, es la situación de desventaja y desigualdad que aún persiste en algunos movimientos y partidos políticos, cuyas prácticas excluyentes hacia las mujeres y sus agendas de derechos, niegan oportunidades, puntualizó.
Destacó que “en Ecuador en estos últimos años hemos tenido cambios fundamentales, iniciando por la promulgación de la Constitución del 2008, la constitución del Buen Vivir, la misma que recoge la paridad, la igualdad y no discriminación como principios fundamentales que transversalizan la Carta Magna, hemos alcanzado el 50% en términos de participación política, somos el 44% en el Legislativo, el 36% en el Ejecutivo, el 50% en la Función Judicial, el 40% en la Función Electoral y en la Función de Transparencia y Control Social el 50%”.
En el proceso de armonizar la nueva constitución con las leyes secundarias, hemos promulgado el nuevo Código Integral Penal en el cual hemos incluido como delito, el femicidio y se aumentó la pena por el delito de trata de personas.
En el marco de generar politica publica con enfoque de genero, intergeneracional, intercultural, discapacidad y movilidad humana, hemos aprobado la Ley de los Consejos Nacionales de Igualdad, entidades encargadas de formular, trasversalizar, observar y evaluar la política publica desde los distintos enfoques en la toda la institucionalidad del Estado. El Plan Nacional para erradicar la violencia contra la mujer, está recogido en una herramienta político-técnica, como es la Agenda Nacional de las Mujeres para la Igualdad de Género, subrayó.
Enfatizó que en materia de control político, la Asamblea Nacional conformó el Grupo Parlamentario por los Derechos de las Mujeres, una instancia multipartidaria, conformada por mujeres y hombres parlamentarios, que permite impulsar procesos de incidencia y vigilancia del cumplimiento de los derechos de las mujeres, en la elaboración de las leyes y en la acción propia del Ejecutivo.
En el marco de esta 131 Asamblea de la UIP ratifiquemos nuestra voluntad política para dedicar los mayores esfuerzos y desde una perspectiva integral para transformar la vida de las mujeres y las niñas en cada uno de nuestros países, concluyó.
PV