En un acto de profunda significación, este miércoles, en el antiguo Salón del Senado, en la Sede Legislativa, se realizó la presentación oficial de la campaña “El machismo es Violencia”, como parte del Plan Nacional para la Erradicación de la Violencia de Género hacia la Niñez, Adolescencia y Mujeres.Dicha campaña la lidera el Gobierno, a través de cinco ministerios, en coordinación con el Grupo Parlamentario de los Derechos de las Mujeres de la Asamblea Nacional.
El evento contó con la presencia del titular de la Legislatura, Fernando Cordero Cueva; la Ministra de Inclusión Económica y Social, Ximena Ponce; la titular del Consejo de Transición para el Consejo de Igualdad de Mujeres y Género, Ana Lucía Herrera; representantes del Ministerio de Gobierno; de las juntas parroquiales de Pichincha, estudiantes de varios centros educativos, especialmente de capacidades auditivas y representantes de las tenencias políticas.
También asistió un importante grupo de asambleístas de diversos bloques políticos, entre ellos PAIS, Madera de Guerrero, MPD, Pachakutik, ADE e independientes.
Con esta oportunidad, el presidente de la Asamblea Nacional, Fernando Cordero, destacó que esta temática es de hombres y mujeres comprometidos para hacer un nuevo país. Niños, jóvenes, adultos y adultos mayores y la población, en general, debemos comprometernos para erradicar toda forma de violencia, que no puede marginar a ningún grupo humano o persona alguna por ninguna condición, subrayó
Comentó que el tema hay que convertirlo en política de Estado, por lo que en todo acto legislativo tendremos cuidado de evitar todas las formas de violencia y exclusión, para cuyo efecto las leyes que se construyen deben ir en la línea de erradicación y acciones afirmativas para, al menos, compensar, en algo, tanta exclusión histórica.
Invitó a que en esta camapaña den cabida a las diferentes culturas de expresión, tras sostener que es hora de pasar de los dichos a los hechos, a desarrollar la Constitución, plasmar en leyes nuestros derechos, reivindicar acciones afirmativas para que las cosas cambien.
Reiteró que urge pasar del simbolismo a la realidad, e inmediatamente Cordero procedió a colocarse la camiseta de la campaña, la cual lleva como principal mensaje “no descansaré hasta erradicar el machismo”, asumiendo el compromiso de las y los legisladores de no parar, no detenernos, no dejar de luchar hasta que todas formas de violencia, particularmente el machismo, sea erradicada del Ecuador.
Ejes
La ministra de Inclusión Económica y Social (Mies), Ximena Ponce, destacó que su portafolio junto a los ministerios de Gobierno, Justicia y Salud Pública están articulados en este trascendental plan, a más de la colaboración de los Consejos de la Niñez y Adolescencia, y Nacional de Mujeres.
Mencionó que la trasformación de los patrones socio-culturales, el sistema de protección integral, sistema de registro de información, acceso a la justicia y la institucionalidad, forman parte de los ejes programáticos, alrededor de los que se tejen iniciativas y una estrategia integral y global para erradicar la violencia, al señalar que el problema no se resuelve en el régimen sino que involucra una adecuada relación con los gobiernos autónomos descentralizados, juntas parroquiales y otros.
Rol histórico
La legisladora Marisol Peñafiel dijo que la oportunidad convoca al compromiso de que la violencia nunca será práctica de ninguno de los ejercicios, ni de los poderes del Estado, por tanto la lucha es de todas y todos.
Recordó que en la revolución francesa, cuyos símbolos fueron femeninos, se declararon los derechos del hombre y del ciudadano, sin tomar en cuenta los de las mujeres, tras enfatizar que no solo el machismo es violencia sino también el invisibilizar y olvidar el rol que históricamente han tenido y tienen las mujeres en la construcción de una verdadera revolución democrática, en todos los espacios.
Sistemas violentos
De su parte, la asambleísta Paola Pabón comentó que la violencia tiene muchos rostros y muchas formas de expresarse, pudiendo ser política, sicológica, física y sexual; hay que reconocer que tenemos una sociedad marcada por sistemas violentos, subrayó.
Sostuvo que la violencia de género se refleja en actos contra la dignidad de mujeres, niños, niñas y adolescentes, además las estructuras de este asunto son un hecho real que asusta, cambian de forma pero mantienen patrones de reproducción social y cultural. La violencia está con nosotros y debemos enfrentarla desde el lugar en que la encontremos, argumentó.
MG/pv
