El Yasuní está más vivo que nunca, puesto que, oportunamente, todas y todos los ecuatorianos nos pusimos la camiseta del proyecto, aseguró la presidenta de la Asamblea Nacional, Gabriela Rivadeneira, al respaldar la tesis del Primer Mandatario sobre la temática.
Indicó que desde el gobierno de la revolución ciudadana surgió la revolución ambiental. Es más, somos los únicos a nivel mundial que hemos puesto derechos a la naturaleza en la Constitución y en ese marco se propuso la iniciativa Yasuní ITT, resaltó, al advertir que “nuestra bandera ecológica y ambiental jamás nos la podrán arrebatar, porque es nuestra lucha; la lucha de la revolución”.
Comentó que Ecuador, a pesar que todavía mantiene índices de inequidad y pobreza, planteó la alternativa de dejar bajo tierra sus reservas de petróleo como una contribución al problema del calentamiento global, situación que merece la atención de todas las naciones y más de aquellas que provocan mayor contaminación, tomando en cuenta que la destrucción de la capa de ozono afecta a todo el planeta.
Golpeamos tantas puertas cuantas fueron necesarias y la respuesta fue nula. Ya vamos a ver si Estados Unidos, Alemania o cualquier país imperialista ha firmado algún convenio internacional de protección ambiental, pues para muestra el Protocolo de Kyoto. Qué han hecho los ambientalistas para reclamar que EEUU firme dicho acuerdo, dijo, al recordar que en la última conferencia de Río+20 tampoco hubo voluntad para firmar algún acuerdo internacional que les comprometa ambientalmente.
Mientras los que más contaminan siguen contaminando, los más pequeños y más conscientes seguimos buscando alternativas para el mundo de lo que es la protección para nuestras futuras generaciones, subrayó.
Es fundamental que la gente de la Amazonía traslade a conocimiento de la ciudadanía que todavía hay niños y niñas que mueren con diarrea y parasitosis, que hay mujeres que mueren dando a luz, porque no cuentan con centros de salud a su alcance y con buenos servicios. Con la bandera en alto debemos radicalizar la revolución hacia el socialismo con la visión de afianzar el mejoramiento de la calidad de vida de la población, agregó.
Cuándo un banquero se ha preocupado de cuidar un árbol o ha puesto cierta cantidad para la iniciativa Yasuní. Los partidocráticos no pueden venir a decir que ahora son ecologistas y nosotros no. Ahora hay un pueblo más consciente y seriamente se habla de ecología; nos preocupamos no solo del Yasuní, sino de todos los recursos naturales que tenemos en Ecuador, de los bosques primarios, páramos, cuencas hídricas, quebradas, ríos y otros tantos proyectos, finalizó.
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