Gran interés concitó el análisis de las diferentes acciones que desarrollan organismos del Estado para defender la producción del cacao fino arriba, las políticas de investigación y transferencia de tecnología, así como las acciones de asociatividad y de apoyo a medianos y pequeños productores, quienes se dieron cita en la Comisión de Desarrollo Económico para exponer sus criterios respecto de estas temáticas.En la reunión de trabajo, los sectores involucrados pidieron a los comisionados la construcción de una normativa legal que proteja, fomente y desarrolle el cacao fino de calidad arriba, tomando en cuenta que es necesaria la adopción de políticas encaminadas a mejorar las plantaciones, los rendimientos del producto y el nivel de vida de los productores, y con ello, optimizar la competitividad y los ingresos provenientes de las exportaciones.
La presidenta de la Comisión de Desarrollo Económico, Saruka Rodríguez, anunció que todos los criterios y observaciones planteadas servirán de insumo para preparar el borrador del proyecto de ley, mismo que será ampliamente socializado con todos los sectores involucrados.
Los delegados plantearon como problemática la mala estructura asociativa, así como el hecho de que no funciona el organismo regulador de la cadena, falta de crédito dirigido, de material genético de cacao fino, plantaciones viejas y con poca tecnificación, cadena larga de intermediarios, gran variedad de mezclas que bajan la calidad del producto y ponen en peligro el prestigio de ser exportador de este producto.
Marisol Jiménez del Ministerio de Agricultura señaló que la masificación de plantaciones de cacao fino trae ventajas ambientales sociales y económicas. Entre ellas: apoya la biodiversidad, el mantenimiento de especies nativas y de animales, evita la sedimentación, miles de familias mejoran su calidad de vida, sus ingresos y su autoestima, conformación de microempresas, así como también se impulsa el emprendimiento en proyectos y productos en torno al cacao fino.
Bajo estos parámetros es necesario incentivar, fomentar y mejorar el cacao fino a fin de que entre en el Plan Nacional de reactivación del sector agro rubro cacao; fortalecer la asociatividad, redes de comercialización dirigidos a pequeños y medianos, promover el desarrollo de infraestructura post cosecha, reajustar la normativa y sistemas de sanidad e inocuidad agrícola de acuerdo a las necesidades del mercado. Políticas que en sí involucran decididamente al Estado, acotó.
Entre tanto, Julio César Delgado, Director del INIAP manifestó que los servicios de control de calidad no están operando adecuadamente, por ello, en el mercado internacional se venden gran variedad de especies de cacao de baja calidad, también hay presencia de impurezas en el proceso de secado porque no hay una metodología adecuada para este fin y quienes tienen pequeñas plantaciones lo hacen en los bordes de la carretera lo cual ha generado la presencia de contaminaciones con plomo, mercurio, así como de moho porque no existe un adecuado almacenaje y la utilización de productos químicos, plaguicidas, entre otros.
Por estas consideraciones recomendó identificar instituciones oficiales que además de la agrocalidad asuman la responsabilidad de certificar los aspectos no fitosanitarios que demande el comercio internacional para las exportaciones de cacao; establecer un sistema de trazabilidad por puntos críticos de control en granos, residuos químicos, micro organismos patogénicos para los consumidores mediante el registro de productores, intermediarios y exportadores.
También, otorgar créditos de asistencia técnica estatal únicamente a quienes siembren cacao nacional para desestimular la siembra de otros tipos de cacao; establecer diferenciaciones en precios y privilegios a los granos provenientes de la variedad nacional, entre otros.
De su lado, el padre Graziano Mazón, representante de la Fundación Maquita Cushunchic, planteó que se considere al cacao fino de aroma como patrimonio nacional del Ecuador; crear un organismo rector de la política cacaotera con presencia de todos los involucrados en el tema, organismo que determinará la trazabilidad y un sello de certificación de origen para su exportación; desarrollar políticas públicas que fomenten el consumo interno de cacao arriba, políticas estatales que garanticen procesos de reforestación, acceso al agua y cuidado ambiental.
Igualmente, que se regulen los precios del cacao por calidad y ascendencia, se establezca un valor superior al cacao arriba, se promuevan líneas de crédito oportunas y que respondan a las realidades de los pequeños y medianos productores; se prohíba el monopolio de su producción y comercialización; y, se sancione la mezcla del cacao arriba con otras variedades o con cacao de mala calidad.
Finalmente, Lourdes Delgado de la Cofradía del Chocolate cree que es necesario establecer, con urgencia, una normativa que defienda al cacao de calidad, su legado genético y cultural.
JLVN
