El presidente de la Comisión de Régimen Económico y Tributario, Francisco Velasco, entregó el informe preliminar del ejercicio presupuestario del año 2010, que ascendió a 23 mil millones de dólares, que alcanzó una ejecución fue del 88.83%.
Aquello significa que, a veces, el gobierno planifica que va a recibir una cierta cantidad en impuestos y con esos recursos orienta su gasto, pero no recibe, o en otro ejemplo, por autogestión proyecta recibir una cierta cantidad, pero tampoco recibió. Es decir, de cada 100 dólares gastó 88, explicó.
Respecto de la naturaleza de los egresos, informó que el gasto corriente representa el 57% del total del presupuesto del Estado; el 19% en inversión; el 16% en gasto de capital; y, el 7%, de aplicación del financiamiento.
La ejecución por cada ministerio coordinador fue: Desarrollo Social, el 92%; Política Económica, el 82%; Política y Gobiernos Autónomos Descentralizados, el 84%; de la Producción, el 73%; el de Patrimonio, 85%; Sectores estratégicos, 82%; y, otros, el 92%.
En una comparación del nivel de ejecución, considerando solamente el primer trimestre de los tres últimos años, las cifras son: 14% en el 2009; 15% en el 2010; y, 20%, en el 2011.
Asimismo, en un comparativo general de la inversión se establece que en salud, en los tres gobiernos antes del 2006 se invirtieron 437 millones, en tanto que desde el 2007 se ha destinado 3 433 millones de dólares; en educación, en los tres gobiernos, 235 millones, desde el 2007, 940 millones de dólares. En obra pública, algo similar. También, se han mejorado las asignaciones a los gobiernos autónomos descentralizados.
En la presentación del informe de los gastos presupuestarios del 2010, participaron los representantes de la UNICEF y de la Unidad de Control de Ejecución del Presupuesto, con la intervención del consultor Marco Naranjo.
Por último, Francisco Velasco, presidente de la Comisión de Régimen Económico, precisó que actualmente el seguimiento en esta materia se circunscribe a los gastos realizados, siendo indispensable avanzar, en lo posterior, en una segunda etapa que signifique una evaluación de la gestión por resultados y no solo por números.
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