El Presidente de la Asamblea, Fernando Cordero Cueva, destacó que para hacer realidad el cambio que el Ecuador quiere hay que derrotar y enterrar, definitivamente, al centralismo, que es una especie de enfermedad en los países.
Hoy, a partir de las 09h30, en el Hotel Quito, se inauguró el Tercer Encuentro Latinoamericano – Retos del Desarrollo Local y la Tercera Cumbre Iberoamericana de Descentralización y Desarrollo Local, el cual cuenta con 350 participantes, cuyos debates se llevarán adelante hasta el viernes 13 de noviembre.
El arquitecto Cordero, ex alcalde de Cuenca, comentó que el centralismo, muchas veces, les derrota a los Presidentes de la República, lo que no queremos que ocurra esta ocasión, al señalar que la Constitución ecuatoriana, en el artículo 238, le destinó un capítulo especial a la organización territorial y dentro de ello a la descentralización.
Allí, agregó, consta que los gobiernos autónomos descentralizados, como se les llama a los poderes locales, gozarán de autonomía política, administrativa y financiera y se regirán por principios de solidaridad, subsidiaridad, equidad interterritorialidad, integración y participación ciudadana. En ningún caso, el ejercicio de la autonomía permitirá la cecesión del territorio nacional.
Recalcó que los gobiernos descentralizados, por ahora en el Ecuador, son las prefecturas, municipios y las juntas parroquiales, y en el futuro mediato se tendrá a las regiones autónomas, conforme lo establece la Constitución, al enfatizar lo trascendental del Código de Organización Territorial, Descentralización y Autonomía para desarrollar los principios de la descentralización, a fin de trasladar competencias centrales a entes que están cerca de la comunidad.
Nuevo modelo de gestión
El alcalde de Quito, Augusto Barrera, resaltó que la nueva Constitución determina un camino para la conformación de autonomías y consolida los conceptos de los distintos niveles de gobierno, por lo que en el próximo año se vivirá la discusión de un conjunto de leyes claves para desarrollar dicho concepto.
Es fundamental que los gobiernos locales y los organismos legislativos, en este caso la Asamblea Nacional, pueda hacer una combinación adecuada de este planteamiento. Estamos de acuerdo en el rol de rectoría y de definición política del gobierno nacional, pero también estamos convencidos que los gobiernos locales podemos hacer mucho mejor muchísimas cosas que las hace el régimen central, porque estamos más cerca de la población, añadió.
Aseveró que se puede establecer un modelo participativo basado objetivamente en la relación con los ciudadanos, porque tenemos mayor flexibilidad institucional y podemos construir un modelo y una lógica de ciudadanía mucho más inclusiva y diversa.
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