Sostienen que sólo el tiempo les dará la razón sobre la eficacia de las leyes que aprueben.
¿Cuál es su balance de la gestión emprendida por la Asamblea?
El gran trabajo de la Asamblea en estos meses ha sido preparar las leyes para que sean debatidas, eso toma tiempo. Esta semana estamos debatiendo la Ley de Servicio Público, la próxima semana la Ley del Agua y la Ley de Educación Superior. Ya tenemos en segundo debate la Ley de Datos, la siguiente semana ya entrará la Ley de Reformas Penales Militares y de Policía.
¿Falta comprensión de los sectores sociales a las leyes?
Hay una especie de error conceptual: la gente que grita en las calles pide algo que ya está en la ley, entonces no se entiende, creo que hay desconfianza del presente. Tengo dos hipótesis al respecto: la Constitución y las leyes están escritas en presente, y el presente no está cambiado; cuando decimos no hay privatización del agua, la gente dice están locos, sí hay, yo no tengo agua. Y las floricultoras son las que están llevándose toda el agua en Ibarra o todavía están vigentes las normas del mandato minero, pero eso será hasta que las leyes se aprueben y den resultados.
¿Por qué los indígenas y la UNE acudieron al Presidente de la República si las leyes se discuten en la Asamblea?
Los indígenas hablaron muy poco de la ley, fueron a discutir cómo gobernar este país, si ustedes le ponen lupa a las intervenciones, a los resultados del diálogo y al decreto, el Presidente les cedió lo que plantearon en términos de cogobernar todo el sistema educativo intercultural bilingüe. El caso de la UNE, no le fue bien porque los destituidos se quedaron destituidos, los rectores sacados quedaron fuera.
¿Qué garantiza que haya resultados con las leyes que aprueben. La reforma a la ley penal continúa generando críticas?
Si el problema fuera la ley, las reformas que vamos a hacer solucionarían la delincuencia, la violencia, el crimen organizado, no veo que con eso se vaya a cambiar... el propio Fiscal había dictado dos años atrás una orden administrativa: no aceptar denuncias de bagatela, que eran entre otras cosas los celulares, por eso aprobamos esto de los 650 dólares; ahora han cambiado de opinión, el Fiscal quiere bajar a 218 dólares y también se plantea que todo robo que esté sobre el 10 por ciento de un salario básico (21 dólares) vaya a indagación penal. No es la forma de bajar la delincuencia.
¿También es cuestión de tiempo la fiscalización?
Estamos bien en el tema de la fiscalización, estoy contento. Le dimos un giro radical, antes habían siete personas que eran fiscalizadoras, hoy día los 124 asambleísta somos iguales y podemos pedir información que necesitemos. Esto es parte del control político, esa información sirve para plantear los eventuales juicios políticos. Ahora el que no contesta va directo a juicio político.
¿Le dan apertura a las observaciones de la oposición?
Todos los días. En la Ley de Educación Superior, por ejemplo, que tenía problemas en la concepción del sistema educativo en el sentido de la planificación que es el Consejo de Educación Superior, el Gobierno ya no tiene mayoría. No quiero decir que está solucionado, hay versiones que debemos debatir. Pero tampoco nos vamos a confundir, nosotros no vamos a hacer una ley que la planteen los socialcristianos, cuando ellos ganen el Gobierno, harán las leyes desde su punto de vista político.
¿Por qué no incluir a representantes de los medios en el Consejo Nacional de Comunicación que plantea el proyecto de Ley de Comunicación?
Eso no habría como hacer porque la Constitución dice que no se puede ser juez y parte.
Ese es un punto a debatir. El Gobierno tiene medios, caería en lo mismo. Hay que luchar entre todos los ciudadanos por respetar lo que dice la Constitución. En todo caso, no puede haber censura, la comunicación responsable es usar bien esa libertad.
¿Se entiende mal la unión homosexual?
No hay matrimonio de las personas del mismo sexo, la Constitución lo prohíbe. Es diferente que la gente le llame matrimonio a algo que es una sociedad entre dos personas del mismo sexo, si dos personas del mismo sexo viven en una casa que compraron entre los dos, la ley les permite registrar esa sociedad como cualquier sociedad civil.
¿Pero si una persona se cambia de sexo podría adoptar un niño?
Este tema es también científico, médico, es un problema no sólo biológico sino psicológico, la consecuencia es obvia: si una persona con apariencia de mujer está registrado como hombre es un contrasentido con la realidad. En esto nos falta discutir, la ley no está clara, es ambigua. Las sociedades más avanzadas llegan a tal grado de liberalización que plantean como un derecho el derecho a la libertad sobre el cuerpo. La Constitución del Ecuador es bastante conservadora. (JRT)
