Hoy estamos aquí los obreros, los campesinos, los indígenas, los afroecuatorianos, los profesores, los universitarios; y, estamos también las mujeres a quienes se nos ha encomendado la dirección de un nuevo período legislativo, dijo Gabriela Rivadeniera, en su primera intervención, tras su elección como Presidenta de la Asamblea Nacional. Haga clic aquí para descargar el documento.Esta nueva etapa de la Asamblea Nacional, un espacio popular y de debate. Hay que trabajar intensamente para continuar las transformaciones, siendo portavoces de los objetivos de la Patria, en donde cada ley, cada iniciativa, cada acuerdo alcanzado esté en sintonía con la gente de las calles, de las plazas, de los mercados, de las universidades, de las fábricas, es decir, legislar entre todos y para todos.
Hoy nuestro pueblo, nuestra historia, nos demanda ser una Asamblea joven, renovada, más cercana a los ciudadanos, una Asamblea que esté dispuesta a través de la excelencia, las ideas y la razón, a ser ejemplo de rectitud y capacidad, dijo.
Añadió que profundizar la revolución ciudadana implica radicalizar la democracia, llevar a cada rincón del país no solamente los programas sociales, las carreteras, la infraestructura, sino también la gran cultura de la participación, en el empoderamiento de los diversos sectores, históricamente excluidos. Un Estado en que la plurinacionalidad consagrada en la Constitución sea una realidad.
Subrayó que hoy quedó atrás la confrontación de poderes y es el momento de la coordinación entre las funciones, fundamentalmente con del poder ciudadano.
Tras recordar el aporte de Matilde Hidalgo, Nela Martínez y Dolores Cacuango, “agradezco a quienes votaron y también no lo hicieron, por ejercer a cabalidad este acto de democracia, en esta responsabilidad que se me otorga demostramos que el Ecuador está a la vanguardia de América Latina, ya que seré la mujer más joven que dirige un Parlamento y asumo esta elección como un desafío colectivo”, concluyó.
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