La Asamblea Nacional, desde sus inicios, en julio de 2009, bajo la administración del arquitecto Fernando Cordero Cueva, trabaja con una política firme de austeridad en el manejo de sus recursos tanto financieros cuanto administrativos.
En efecto, durante el proceso de reinstitucionalización de la Función Legislativa se ha demostrado que es posible ser eficientes con menos personal. En comparación con el Congreso vigente hasta el 2007 en que el número de servidores en calidad de nombramiento y a contrato sumaba 1 341, en la Asamblea laboran actualmente 911 servidores. Es decir, se redujeron 430 cargos: 136 nombramientos y 294 contratos.
En el Congreso del año 2007 existían 311 personas con nombramiento y 1 030 a contrato, lo que daba un total de 1 341. Mientras tanto, en la Asamblea (abril 2012) se registran 175 personas a nombramiento y 736 a contrato. Un total de 911 empleados.
Asimismo, en el Congreso 2007 había 18 comisiones especializadas, a diferencia de la Asamblea 2009 a 2012 que ha venido funcionando con solo 13 comisiones, lo que implica menos personal y menos gastos.
Otro ejemplo de austeridad es el hecho de que cada diputado anteriormente contaba con ocho (8) empleados y ahora cada asambleísta cuenta únicamente con cuatro (4) funcionarios.
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