El día de ayer lunes 22 en que Lenín Moreno inauguraba el año lectivo, ante las miradas inocentes de los niños y niñas de la Unidad Educativa Rumiñahui, daba la canallesca noticia de que ya no tendrían acceso a los uniformes y desayuno escolar, decisión incomprensible cuando el año pasado, el mismo Lenín Moreno, perdonó una deuda de 4.500 millones de dólares a los empresarios evasores de impuestos y morosos del fisco.
En el corto tiempo de 2 años de gobierno hemos retrocedido una década al país donde los niños, niñas y adolescentes no tenían garantizada la educación gratuita de calidad, pues el gobierno decidió recortar presupuesto que afecta la entrega de uniformes, libros, desayuno escolar, mantenimiento y construcción de unidades educativas, considerando además los liles de despidos de servidores públicos en el sector educación.
No conforme con esta triste realidad el panorama se agrava cuando, pese a haber iniciado ayer las clases en la costa ecuatoriana, en Guayaquil los distritos educativos siguen llenos de cientos de padres y madres de familia, que han solicitado desde hace varios meses o semanas el traslado de sus hijos por cambios domiciliarios de una escuela fiscal a otra o de una escuela particular a fiscal. Lo único que reciben como respuesta de los servidores administrativos de los distritos es que, si no les salió el cupo vuelvan aplicar la solicitud a partir de hoy 23 de abril, hasta el 2 de mayo. Hoy en las Sedes Educativas del Colegio Eloy Alfaro, Ismael Pérez Pazmiño, Provincia de Bolívar, estaban reunidos cientos de padres y madres que aún esperan desesperados e indignados para que sus hijos puedan acceder a su derecho a estudiar en condiciones dignas como manda la Constitución.
Estaremos alerta de que no se vulnere un derecho más de un grupo poblacional prioritario como son nuestros niños, niñas y jóvenes.
Asambleísta por la provincia de Guayas | Integrante de la Comisión De los Derechos de los Trabajadores y la Seguridad Social | Visita mi Perfil
