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La Comisión de Biodiversidad avocó conocimiento de los proyectos de reforma al Código del Ambiente presentados por los asambleístas Dina Farinango y Manuel Medina, mismos que serán unificados para optimizar su tratamiento.
Manuel Medina expuso la necesidad de armonizar las disposiciones jurídicas en torno a la figura de conservación especial denominada "Área de Protección Hídrica" que, por mandato legal debe formar parte del Sistema Nacional de Áreas Protegidas, que tradicionalmente ha estado regida por la Autoridad Nacional Ambiental.
Precisó que el Código del Ambiente tiene un vacío legal en torno a esta figura, lo que imposibilita que se cumpla el mandato e impide garantizar la protección jurídica estricta del dominio hídrico público y de los ecosistemas frágiles asociados al agua. Explicó que la reforma permitiría incorporar las Áreas de Protección Hídrica al Sistema Nacional de Áreas Protegidas.
Luego la comisión recibió al asambleísta Marcos Molina, proponente del proyecto de Ley para garantizar la salud y reducir el impacto causado por la contaminación odorífera. Allí precisó que según esta propuesta, la autoridad ambiental nacional establecerá umbrales de tolerancia olfativa y la olfatometría como técnica sensorial, para cuantificar con precisión la concentración por los malos olores en el ambiente, pues Ecuador no cuenta con una legislación específica que regule el problema, ni existe una ley que prevenga, establezca infracciones y sanciones, y corrija la contaminación odorífera.
Informó que el proyecto aborda temas relacionadas con las fuentes susceptibles de generar olores ofensivos, como son las instalaciones dedicadas al tratamiento de aguas residuales urbanas y rurales; la crianza y engorde de animales, incluyendo las granjas de aves; construcción adecuada de instalaciones de desposte de animales; control de las industrias dedicadas a la producción de alimentos y tratamiento y secado de productos vegetales y pesqueras; regulación de las instalaciones dedicadas a la gestión de residuos sólidos urbanos, peligrosos y rellenos sanitarios.
Por último, manifestó que el proyecto nace de las denuncias presentadas por habitantes de Guayaquil, afectados por malos olores en ciertos sectores de la urbe y está orientado a garantizar el derecho a la salud de las personas y a proteger el medio ambiente.
