Look: Casual.
Color: Blanco y dorado. En ocasiones también me gusta lucir contrastes con colores pasteles, como rosado con turquesa, etcétera.
Prendas preferidas: Chaquetas con coderas de colores, vestidos semicortos y medias de randa.
Accesorios: En aretes, las perlas de mi abuela. Y en pulseras las que tienen símbolos chinos (Yin Yang, Buda, y más) Esas son mi cábala.
Marca al vestir: Zara y MNG (Mango)
Perfumes: Carolina Herrera. Chanel, Lolita Lempika.
Deportes: Ahora que estoy en Quito, salgo mucho a caminar y a andar en bicicleta.
Secreto de belleza: Ni me maquillo mucho ni me tinturo el cabello, prefiero tener color natural.
Mensaje a la mujer: Siempre les aconsejo ser propensas a independizarse económicamente, a autosuperarse, seguir sus vocaciones y a nunca sacrificar lo que realmente quieren, ya sea por la familia o por amor.
Cristina, ¿cómo está adaptando su look en Quito?
Estar en el frío te motiva a vestir más. Entonces he optado por lucir chaquetas con coderas, faldas, medias de randas y botas. De accesorios, siempre uso perlas pequeñas.
Cuénteme, ¿es difícil encontrar o lucir ropa para una mujer alta como usted?
Es difícil. Sobre todo encontrar jeans, porque mido 1,80. ¡Pero encuentro! (risas) Otro problema es que se me suben las faldas. Me dicen “le faltó tela”, pero es por mis piernas largas.
¿Y con los tacones cómo hace?
No los uso, porque de por sí , soy alta. Mis tacos son de 5 o 6 cm.
¿Recuerda cómo vestía antes de ser conocida por reina y política?
Vestía muy hippie. En la universidad, al comienzo, iba con pantalones acampanados de tela, las blusitas flojas y la guitarra al hombro.
Y luego, ¿cómo evolucionó su estilo?
Ha sido un proceso. En reina de Guayaquil (2000) fui clásica, y lucía mucho traje sastre. Después de ser Miss Mundo Ecuador (2004), empecé con el estilo “fashion” porque aparecía en desfiles y en la TV. A partir de la Asamblea de Montecristi (2007) , en cambio, tuve que equilibrar esto de no ser ni tan clásica ni tan conservadora. Prefería ir a los recorridos con jeans y camisetas. Ahora como asambleísta, he llegado a ser más formal.
¿Agrega a su look algo de su mamá o abuela?
Sí, aunque mi mamá es la que se pone mi ropa (risas). No le digo nada, porque ella es igual de alta que yo y le queda sin problema. Lo que he ido heredando son las joyas de mi abuela, sus blusas, sus salidas de cama. Ella me las ha dado. También tengo chalecos que han sido de mi padre, los uso encima de las camisas.
De alta costura, ¿qué diseñadores ecuatorianos le interesan ?
Los diseños de mi amiga Tatiana Torres. Ella es quien me salva con sus vestidos preciosos cuando tengo presentaciones o actos. Además, fui imagen de ella por mucho tiempo y siempre se porta chévere conmigo.
Y para irse de “shooping”, ¿qué lugares prefiere?
Mucha de mi ropa la he comprado en Madrid porque allá hice mi masterado y demás cursos. Entonces, me conozco todos los huequitos donde comprar prendas de buena calidad pero a buen precio. En ropa a mí no me meten cuento. Se dónde comprar faldas a cinco euros, chaquetas a quince euros. Barato. Y son colecciones que las renovan cada mes. Uno tiene que saberlas vestir. (DIARIO EXTRA - REVISTA EL DOMINGUERO)
Tercera Vocal del CAL 2019-2021 | Asambleísta Nacional | Integrante de la Comisión De los Derechos de los Trabajadores y la Seguridad Social | Partido Social Cristiano
