El Pleno del Legislativo entregó la condecoración “Asamblea Nacional Dr. Vicente Rocafuerte” al mérito social, a la Fundación Jóvenes contra el Cáncer, por los servicios brindados durante 15 años a favor de los pacientes oncológicos y los sobrevivientes de cáncer en el Ecuador, mediante proyectos de inclusión social, familiar, de estudios y trabajo.
Esta Fundación fue creada en el 2006 por Gustavo Dávila en homanaje a Alex, su hijo, quién a pesar de luchar contra el cáncer no superó la enfermedad, pero dejó su legado de coraje, amor, honor y respeto para todos los futuros guerreros.
“Mi admiración a todos los jóvenes, hombres y mujeres guerreros sobrevivientes del cáncer, y a todos quienes luchan contra esta terrible enfermedad. Su valor y el de sus familias son fuente de inspiración y esperanza. Seguiremos luchando desde la nueva Asamblea para promover y defender sus derechos al acceso digno a la salud, tratamientos oportunos, educación y trabajo”, resaltó la presidenta del Parlamento, Guadalupe Llori Abarca.
Por su parte, Gustavo Dávila, director nacional de la Fundación Jóvenes Contra el Cáncer, señaló que durante los quince años de vida de la institución ha atendido a 1.380 guerreros de 15 provincias, quienes han trasformado la manera de ver al cáncer en el Ecuador y en el mundo.
Además, hizo un llamado a las autoridades de Estado para que el Código Orgánico de Salud sea recogido desde las vivencias de miles de familias y pacientes. “Estos guerreros no solo piden medicinas y tratamientos adecuados, piden ser convocados a las mesas de diálogo, para que sus necesidades sean atendidas”, puntualizó.
La Fundación Jóvenes Contra el Cáncer ofrece una esperanza a los pacientes oncológicos, que día a día se aferran a la vida, promoviendo campañas de concientización y sensibilización, pero sobre todo por el acompañamiento al paciente y a su familia en esta dura batalla.
Guadalupe Llori, quien es la cuarta mujer en asumir la Presidencia de la Asamblea, es abogada de los tribunales y juzgados de la República. Inició su vida política en el 2000, cuando accedió a la alcaldía de Puerto Francisco de Orellana, capital de la provincia de Orellana, por el movimiento Pachakutik. Su gestión estuvo centrada, principalmente, en mejorar el área de salud. Cuatro años más tarde, fue electa prefecta de su provincia. Posteriormente, fue reelecta para dos periodos.
