Este 18 de diciembre, celebramos el Día Internacional del Migrante, una jornada significativa que reconoce y honra a aquellos individuos valientes que, con su esfuerzo y dedicación, contribuyen al desarrollo y enriquecimiento de nuestro país. Hace exactamente un año, nuestra Asamblea Nacional aprobó la declaración de este día, subrayando la importancia de reconocer y apreciar la diversidad y el aporte invaluable de quienes han decidido hacer de nuestra nación su nuevo hogar.
En un mundo cada vez más interconectado, la migración se ha convertido en una realidad común que trasciende fronteras y enriquece nuestras comunidades de maneras innumerables. Hoy, queremos expresar nuestra profunda gratitud a todos los migrantes que, con valentía y determinación, han decidido compartir sus talentos, tradiciones y experiencias con nosotros.
Este día no solo es una oportunidad para reflexionar sobre la importancia de la migración, sino también para celebrar la riqueza que aporta a nuestra sociedad. Son muchas las historias de éxito, resiliencia y superación que provienen de aquellos que han dejado sus países de origen en busca de un futuro mejor. Su contribución no solo es económica, sino también cultural, social y emocional, tejiendo una red de diversidad que fortalece el tejido mismo de nuestra nación.
En este día, instamos a todos a reflexionar sobre la importancia de fomentar sociedades inclusivas y acogedoras, donde cada individuo, independientemente de su origen, encuentre un espacio para crecer, contribuir y prosperar. Reconocemos la importancia de garantizar los derechos y la dignidad de los migrantes, proporcionándoles un entorno seguro y respetuoso que fomente su integración y participación activa en la construcción de un futuro común.
A medida que celebramos el Día Internacional del Migrante, recordemos que la diversidad es nuestra mayor fortaleza y que cada persona, sin importar su origen, aporta algo único y valioso a nuestra sociedad. Hagamos de este día una ocasión para expresar nuestra gratitud y compromiso con la construcción de un país donde todos puedan prosperar, sin importar de dónde vengan.
Gracias a todos los migrantes por su valentía y contribución al Ecuador.
Franklin Omar Samaniego Maigua nació el 2 de septiembre de 1971 en la ciudad de Riobamba, Ecuador. Desde una edad temprana, demostró un gran interés por el estudio y el aprendizaje, asistiendo a la Pensionado "Olivo" durante su educación primaria y luego al Colegio "San Felipe Neri" para sus estudios secundarios, ambos en su ciudad natal.
Posteriormente, continuó su formación académica en la Universidad Central del Ecuador, donde se graduó como Licenciado en Ciencias Públicas y Sociales, marcando así el inicio de una destacada carrera en el ámbito legal. Complementó su formación con estudios en la Universidad Católica de Cuenca, donde obtuvo su título de Abogado de los Tribunales de la República y más tarde su Doctorado en Jurisprudencia.
La búsqueda constante de conocimiento llevó a a obtener una especialización en Contratación Pública y Administración del Estado en la Universidad Central del Ecuador, así como una Maestría en Derecho Constitucional en la Universidad Tecnológica Empresarial de Guayaquil (UTEG), consolidando su experiencia en diversos campos del derecho.
A lo largo de su trayectoria profesional, ha participado en numerosos cursos y seminarios especializados, abarcando áreas como administración de justicia, derecho civil, y legislación relacionada con la gestión pública, entre otros.
Su experiencia laboral incluye roles como Asesor Jurídico en empresas turísticas, Director de Asesoría Jurídica y Gerente en la Empresa Turística Ciudad Mitad del Mundo, así como diversas funciones en el ámbito legislativo, donde ha desempeñado roles destacados como Asambleísta por la Provincia de Pichincha y Vicepresidente de Comisiones Especializadas en la Asamblea Nacional del Ecuador.
Ha sido un activo defensor de los derechos humanos, los derechos de las mujeres y los derechos de los trabajadores, participando en varios grupos parlamentarios y demostrando un compromiso constante con el servicio público y el bienestar de la sociedad. Su dedicación y pasión por el servicio público lo han convertido en un referente en el ámbito legal y político en Ecuador.
