La Unidad Educativa Daniel Reyes se ha convertido por su trayectoria en un referente provincial y nacional como semillero de jóvenes artistas, a través de una educación pertinente y creativa, estando a la altura de los cambios históricos, esto es lo que permite que no sólo sean 75 años de vida institucional, sino que sea el septuagésimo aniversario de calidad educativa dotado de un legítimo orgullo.
El horizonte histórico del Instituto “Daniel Reyes” se remonta a finales de la década del siglo XIX, cuando don Daniel Reyes oriundo de San Antonio de Ibarra y formado en la famosa Escuela Quiteña, vuelve a su tierra natal en donde se involucra y lidera un movimiento artístico, su amistad con el obispo González Calisto facilitaría a Reyes el apoyo gubernamental para la puesta en marcha de una escuela-taller conjuntamente con sus hermanos Luis y Fidel y así fundar en 1880, un Liceo Artístico en el que se formaron varias generaciones de artistas.
Las profesoras honoríficas de este plantel Enma Montesdeoca y Stella de Zabala, en algún momento resaltaban lo siguiente:
“San Antonio de Ibarra, perpetuada en el tiempo por su indeclinable amor al arte, estuvo destinada desde siempre, a ser centro de atracción nacional e internacional. Desde principios de siglo se evidenciaba en ella la presencia de un movimiento artístico que, encabezado por nuestro ilustre patrono, Don Daniel Reyes, ha sido y es permanente muestra de un legítimo orgullo”
Las paradojas que tiene la historia, en el mismo año en que Europa estaba librando una atroz guerra mundial, en San Antonio de Ibarra se estaba inaugurando el Liceo Artístico “Daniel Reyes”, una institución que estaba apostando por el arte desde su formación educativa. Y curiosamente en ese mismo año, se publica el primer número del semanario “La Verdad” fundado por otro hijo de San Antonio de Ibarra, Leonidas Proaño y quién se convertiría en el “obispo de los pobres”.
El escritor Simón Espinoza, evidenciaba la importancia de esta iniciativa cultural artística de estos nobles hijos sanantonense, y manifestaba:
“En esos años prodigiosos, San Antonio de Ibarra llegó a ser lo que ha sido desde entonces: un inmenso taller de artes plásticas cuyo mercado se extendió a todo el país y a Colombia, y, gracias al turismo, al resto de América Latina, Los Estados Unidos, Europa y el Japón”
Para una institución como la Unidad Educativa Daniel Reyes el haber llegado a sus Bodas de Diamante, representa mucho más que años, no es sólo un asunto de tipo cuantitativo, sino también cualitativo. Por sus aulas han pasado en calidad de alumnos quienes ahora son grandes exponentes de la plástica, la escultura y el dibujo; pero así mismo han existido maestros que fueron los pioneros en la formación de esos artistas plásticos que se han convertido en referentes nacionales e internacionales del arte y la cultura.
Como se diría el cotidiano, “no sólo importa cumplir años sino cómo se los cumple”.
Mis fervorosos deseos para que esta Unidad Educativa Daniel Reyes siga conmemorando muchos aniversarios más con el éxito y la calidez que le ha caracterizado.
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