Intervención de José Serrano en XXXIII Asamblea General del Parlatino

Sábado, 10 de junio del 2017 - 13:05 Imprimir

XXXIII ASAMBLEA GENERAL DEL PARLATINO Y DIÁLOGO PARLAMENTARIO DE ALTO NIVEL SOBRE MIGRACIÓN EN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE: REALIDADES Y COMPROMISOS RUMBO AL PACTO MUNDIAL.

I. SALUDO A LA ASAMBLEA

Señoras y señores Parlamentarios:

Para Ecuador, la urgencia y el mandato histórico de nuestra región es la integración y así lo dictamina el preámbulo de nuestra Constitución, donde se dice que el pueblo (del Ecuador) ha decidido construir “Un país democrático, comprometido con la integración latinoamericana, la paz y la solidaridad con todos los pueblos de la tierra”. Y los parlamentarios ecuatorianos nos encontramos aquí respondiendo a ese mandato, para fortalecer todas nuestras cercanías con los países hermanos, y consolidar la cooperación regional frente a los problemas y los desafíos que compartimos.

II. MIGRACIÓN EN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE

La migración es un fenómeno evidente desde los inicios de la humanidad y ha formado parte fundamental en el desarrollo de nuestra especie y de nuestras culturas.

En nuestra región “somos un pequeño género humano”, como nos definía el Libertador Simón Bolívar, conjugamos todas las migraciones del mundo y albergamos una diversidad cultural que reconocemos como nuestra mayor riqueza. A lo largo de nuestra historia, hemos recibido migrantes de todas partes del mundo, desde aquellos que llegaron en otros siglos como conquistadores, hasta los millones de ciudadanos extra regionales que se enamoraron de nuestra tierra y construyen aquí, en paz y armonía, sus vidas y familias, con seguridad jurídica.

Por equidad y justicia, deberíamos suponer que los migrantes latinoamericanos y caribeños reciben en otros países los mismos tratos, con respeto, con garantía de derechos y oportunidades de progreso, pero todos conocemos la realidad: los aportes que nuestra comunidad ha entregado por décadas y siglos para el desarrollo de países como Estados Unidos, no se contabiliza ni se toma en cuenta, y tampoco las contribuciones culturales, que no son menos.

Porque cuando los latinoamericanos y caribeños migramos, lo hacemos no por afanes de conquista o dominación, sino por una legítima búsqueda de medios honrados de vida o por afanes de descubrimiento.

Decir que los “sudacas”, somos delincuentes simplemente por trabajar en un país distinto al que nos vio nacer, es ofender a los más de 625 millones de ciudadanos representados en esta Sala.

III. DERECHO A LA MOVILIDAD Y LEY ECUATORIANA

En Ecuador reconocemos el derecho humano a la movilidad como un derecho innato del ser humano, y declaramos que ninguna persona puede considerarse “ilegal” o delincuente, por ejercer este derecho y trasladarse por el mundo.

No es posible que los capitales tengan derecho a la movilidad pero no las personas, eso demuestra claramente cómo las políticas y las leyes migratorias en el primer mundo no se fundamentan en principios humanistas o de legitimidad jurídica, sino que contemplan a los seres humanos como simples recursos del capital, cuyo flujo se puede regular de acuerdo a sus intereses financieros.

Pero en Ecuador, decimos todo lo contrario, que el fin y el objetivo de las leyes deben ser los seres humanos, en primero, segundo y último término. Y por supuesto que eso incluye el bienestar económico, pero teniendo como beneficiarios a las personas y no a los bancos exclusivamente.

La ciudadanía universal es uno de los objetivos de mediano plazo que debemos plantearnos en esta Asamblea, empezando por la consolidación de una ciudadanía única latinoamericana y caribeña.

En Ecuador hemos aprobado una Ley de Movilidad que proponemos para su estudio, como una normativa pionera que establece por primera vez el derecho humano a la movilidad.

En este momento de nuestra historia, los espacios interparlamentarios están llamados a ser agentes activos en la defensa de nuestros conciudadanos y en defensa de nuestras democracias. Todos somos conscientes de que la integración es la única forma de garantizar nuestra independencia como naciones.

Ecuador saluda el Diálogo Parlamentario de Alto Nivel que se desarrolla sobre estos temas, para responder con dignidad, altura y soberanía a las vulneraciones de derechos que sufren nuestros ciudadanos latinoamericanos y caribeños, y fortalecer la construcción de un mundo entre naciones iguales.

 

IV. LA IMPUNIDAD AMENAZA LAS DEMOCRACIAS REGIONALES

Otra amenaza a nuestras soberanías regionales y nacionales, es la corrupción fomentada por transnacionales en nuestros países.

Lamentablemente, la corrupción es inherente a la ambición descontrolada que rige al capital en el Siglo XXI, hoy se la reconoce como una pandemia mundial y no es exclusiva de nuestros países, como quieren hacernos creer los medios de comunicación que responden a los poderes corporativos.       

Los parlamentos tenemos el deber constitucional, moral y político de expresarle con claridad al mundo la vigencia de nuestras instituciones y la fortaleza de nuestras democracias, adoptando una postura unificada en torno al grave caso de corrupción promovido por la empresa transnacional ODEBRECHT, en nuestra región y en varios países del mundo.

Las redes de corrupción que se han establecido por más de treinta años en la región, no pueden ni deben funcionar como un Estado paralelo, y los parlamentos estamos convocados a ser agentes activos de un proceso de transparencia, que nos permita crecer como democracias, como sociedades y como individuos, y afrontar con claridad y con ética la premisa de que la corrupción y la impunidad no son compatibles con verdaderos Estados de derecho.

Resulta imperativo que tomemos acciones parlamentarias comunes que prevengan que estos casos se repitan y que abran las investigaciones para aclarar todos los vínculos de esta transnacional con funcionarios corruptos y con contratistas privados conculcados, y lo mismo para otras grandes corporaciones que hayan contratado mega obras en la región.

En Ecuador, la Asamblea Nacional que presido aprobó con una abrumadora mayoría una censura pública a esta empresa, su expulsión sin retorno del país y la reparación integral de los daños causados, así como la muerte civil de los funcionarios públicos que estuvieron a su servicio.

Invitamos a todos los parlamentos hermanos a sumarse a estas iniciativas parlamentarias y emprender acciones multilaterales, conjuntas, coordinadas y en absoluto apego a los propósitos de este espacio regional, como son: “defender la plena vigencia de la independencia económica” de nuestros Estados,/, “recomendar una adecuada legislación normativa y programática que permita a nuestros pueblos el pleno ejercicio de la soberanía sobre su sistema económico”,/, y “contribuir a la consecución de la paz, la seguridad y el orden jurídico”.

V. LA LEGISLACIÓN DE ECUADOR

Los parlamentos regionales tenemos un compromiso con el desarrollo sustentable de nuestros pueblos, que se enfoque en el ser humano como principio y fin, y no solamente como una cifra estadística para medir el éxito mayor o menor de los mercados y los resultados de la macro economía.

El verdadero desafío para nuestras naciones es la integración de nuestras metas regionales, para desterrar la pobreza, para lograr una distribución más equitativa de nuestros recursos entre toda la población, para combatir la inequidad y el discrimen y fortalecer el ejercicio pleno de los derechos ciudadanos en todo el continente, sin excepción alguna. Ese es el desarrollo al que nuestros pueblos tienen derecho.

Y para avanzar en estos objetivos, reconocemos la necesidad de superar en la región y en cada uno de nuestros países aspectos de violencia, seguridad integral y gobernanza democrática, que son precisamente fomentados por círculos delictivos y corruptos que rayan en el crimen organizado, como los descubiertos al interior de la profusa red de ODEBRECHT.

No es la primera vez que Ecuador plantea ante esta Asamblea la solidez de una postura regional en contra de transnacionales que atentan contra la estabilidad jurídica y democrática de nuestros Estados y contra los sagrados intereses de nuestros pueblos. Hace pocos años, cuando la empresa CHEVRON-TEXACO planteó una demanda internacional injustificada contra el Ecuador en respuesta a las demandas ambientales planteadas contra la empresa por ciudadanos de la Amazonía, el Parlatino se expresó en defensa de la soberanía jurídica regional, y es en este mismo sentido que planteamos la condena a la empresa ODEBRECHT.

La lucha contra la corrupción y la impunidad debe ser el más alto objetivo común, con legislación clara que permita cortar espacios para estos graves males.

Actualmente en mi país se encuentra en proceso de formación una Ley que regula el amplio tema de los paraísos fiscales, porque el pueblo soberano del Ecuador determinó en una Consulta Popular que ningún funcionario público pueda tener cuentas conexas a estos paraísos que fomentan la corrupción y que son en la práctica cuevas donde se ocultan dineros mal habidos o extraídos del erario público. Y una vez más se trata de una ley que no tiene precedentes en el mundo legislativo.

Es así como nuestra región le plantea al mundo nuevos paradigmas de transparencia y consolidación de los Estados, y plena vigencia de los derechos ciudadanos.

VI. CIERRE

Señoras y señores Parlamentarios:

La búsqueda de un mundo donde la justicia, la equidad y la solidaridad sean las leyes fundamentales de la convivencia, más que ser una ilusión política, es un asunto de supervivencia global, porque la única manera que tenemos de garantizar la continuidad de las culturas humanas, es a través de la sostenibilidad de nuestros modelos de desarrollo. Y la soberanía y el manejo institucional de los recursos naturales y económicos de nuestros países, cobra en este contexto una importancia global.

La voz preclara de los encuentros y las soluciones pacíficas debe ser la nuestra, mucho más en una crisis de valores mundiales donde el “otro” se considera como un enemigo en potencia. Nuestra región es un ejemplo ante el mundo de cómo es posible ser diversos pero iguales en derechos, y crecer aprendiendo unos de los otros. Debemos de seguir siendo un ejemplo región de paz y de unidad en la diversidad.

El Libertador Simón Bolívar decía que “la libertad del nuevo mundo es la esperanza del universo”, y tal vez nunca como hoy esa frase se transforma en un veredicto de la historia, porque son nuestros pueblos jóvenes y llenos de vida los llamados a reestablecer el sentido común y el humanismo en los destinos del planeta.

Muchas Gracias.

José Serrano Salgado
Asambleísta Nacional Alianza PAIS

Asambleísta Nacional | Presidente de la Comisión De Justicia y Estructura del Estado | Movimiento Patria Altiva i Soberana. Visita mi Perfil

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