La Ley del Reparto
A propósito del segundo debate de ayer en el pleno de la Asamblea Nacional donde se trató la “Ley Orgánica para la Reactivación de la Economía, Fortalecimiento de la Dolarización y Modernización de la Gestión Financiera” les invito a reflexionar responsablemente sobre el rumbo que está siguiendo el país.
Parece que jugamos a quien da más privilegios será quizá pensando algunos en términos electorales, otros en términos de beneficios locales para sus provincias, otros quizás en lograr el reconocimiento público, pero no están pensando realmente en términos de nación ni de un modelo de desarrollo; es así como se escucha planteamientos de todo tipo cuando hablamos de exoneraciones y exenciones.
A la hora de incentivos de igual forma quien da más: que no sean 8, sino 10, más bien 12 años de no pago de impuestos, aunque para otros más bien dejemos en 20 años; parece que competimos en ver quién se muestra más generoso pero la pregunta que me cabe luego de la emoción es: ¿Acaso no será mejor hacer una corrida financiera para saber de cuánto estamos hablando con la generosa propuesta de exoneración de impuestos? Sin lugar a dudas sería lo más responsable.
Adicionalmente, debería pensar en el término incentivo a cambio de que, o cumpliendo la condición de trazarse metas. Desafortunadamente en esta propuesta de Ley nadie sabe cuál es el compromiso real en términos de empleo, inversión, de repatriación de capitales, desarrollo de sectores deprimidos, en mejora de competitividad y potenciación de sectores exportadores que permitan atraer divisas.
Pero yo, siento que ante el desconcierto del gobierno y ante la ausencia de una visión económica sin ningún concepto que sustente la Ley, caminamos a seguir apuntando los incentivos a un país primario exportador dependiente de tecnología importada ¿No deberíamos más bien, apuntar a un modelo que permita desarrollar industrias básicas, o mejor a la potenciación de sectores estratégicamente competitivos para la exportación? ¡Nadie sabe! Se ha abierto la posibilidad para que cumpla con el adagio que dice que “En el país de los ciegos el tuerto es el rey”.
Qué diferencia cuando hasta hace poco tiempo había claridad meridiana en el camino a seguir en el Ecuador, con el Gobierno de Rafael Correa el concepto detrás de las propuestas económicas apuntaban a un solo objetivo y concepto, el del “Cambio de la matriz productiva” donde todo apuntaba a cumplir ese objetivo propuestas de reformas legales, política pública de cada cartera de estado, visión de un modelo educativo hacia la economía del conocimiento, política arancelaria para blindar el creciente del sector industrial hasta generar equilibrios competitivos, inversión pública que permita seguir generando condiciones favorables para mejorar la matriz productiva.
Ante la pérdida de brújula que se ha presentado en el país ¿No será mejor que se retome y revisen la propuesta de plan de gobierno 2017 -2021 que se presentó al pueblo ecuatoriano y con el cual se ganó las elecciones? Seguramente ahí podrán encontrar las respuestas para quienes hoy buscan descubrir el agua tibia en medio de la oscura tempestad que implica un cambio de modelo a uno neoliberal.
Asambleísta por la provincia de Azuay |
