Este no es un año ordinario queridos ciudadanos. El país y el mundo han vivido situaciones sin precedentes; en especial desde el 11 de marzo de 2020, día en que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró al COVID-19 como una pandemia. Una crisis sanitaria global de rápida evolución, que entre muchísimas aristas, también generó desafíos únicos para la continuidad de las funciones del parlamento. Sin embargo, se han aplicado medidas de mitigación para continuar con nuestras funciones de representación, legislación y control político.
Mi profunda consternación por las víctimas fatales, y también por los aún contagiados, sus familias... Enfermedad perversa porque nos obligó y aún ahora, al aislamiento y al distanciamiento social, contrario a nuestra naturaleza humana gregaria, amplios y cariñosos, de amigos, de la vida en comunidad que ha marcado históricamente nuestra identidad cultural latina, nuestro ecuatorianismo.
Un momento que también puso a prueba a los políticos, y su capacidad de tender puentes y dar tregua al trabajo del gobierno. Porque solo juntos superaremos esta crisis y atenuaremos las repercusiones económicas que vivimos desde ya, y que aún esta por venir. Atención que hemos debido permitir el trabajo del gobierno, sin entorpecerlo, pero con los ojos muy abiertos al buen uso de los recursos en favor de todos los ecuatorianos, en especial, de los más necesitados.
Dicho esto quiero presentarles con responsabilidad y consciente de mis obligaciones constitucionales y legales, el informe de labores por mí desempeñadas en el cargo de Asambleísta Nacional, durante el ejercicio 2019. Un año complejo en el legislativo, pero que lo reviso con sentimientos de la labor cumplida, pues mi equipo de trabajo se planteó metas claras y las logramos. Todos invitados el 19 de octubre de 2020 a las 15h00, vía zoom.
Asambleísta Nacional | Integrante de la Comisión Del Desarrollo Económico, Productivo y la Microempresa |
