La Unión de Naciones Suramericanas estaba conformada por Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela, con el objetivo de construir un espacio de integración en lo cultural, económico, social y político, respetando la realidad de cada nación.
Su creación, en 2008, se dio con el deseo del ex Presidente Lula Da Silva de formar el Consejo Sudamericano de Convivencia, el símil de la OTAN pero en nuestra región. Con ello se cristalizaba el gran sueño de Bolívar, el de una Suramérica unida.
Desde el año anterior, con la nueva injerencia de los grupos de poder y de los gobiernos capitalistas que se prestan a sus jugarretas, quienes desde un inicio vieron como una amenaza el surgimiento de la UNASUR, se han suscitado salidas de algunos países. Ahora llega el momento de Ecuador. En una Comisión de la Asamblea Nacional, presidida por personas contrarias al progreso, integración, libre determinación de las naciones, igualdad soberana de los Estados, deciden aprobar el informe de denuncia para que el Ecuador salga definitivamente; a pesar del rechazo público de los asambleístas de la Revolución Ciudadana.
Los que creemos en la integración y en el desarrollo de los pueblos, vamos a continuar en la defensa de esto que no solo es una simple unidad, es defender a este lado del mundo, para que siempre tengamos autonomía y volvamos al camino del progreso en unidad y en armonía, y la construcción de la Patria Grande.
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