La humanidad ha llegado a 7.5 billones de personas, y, cada una de ellas busca solventar sus necesidades. En los últimos 50 años hemos modificado nuestro planeta más rápido que todos los hombres que nos han precedido. El calentamiento global es un término utilizado para referirnos al aumento de la temperatura global, de la atmósfera terrestre y de los océanos (UTPL 2012). El cambio climático es un hecho que nos afecta a todos de diferentes maneras: el derretimiento de los glaciares de los polos y aumento del nivel del mar, la sequía, la inseguridad alimentaria, la deforestación, la migración animal, los eventos extremos del clima (ej. Desplazamiento de personas –refugiados-, el último invierno que cobro tantas vidas y pérdidas materiales que han afectado a familias no solo en Ecuador sino también en Perú y Colombia).
Por ello, debemos cuidar nuestro planeta, y como no protegerlo, si el medio ambiente es el soporte de vida para nosotros y para la economía. Dependemos de aire limpio, agua y un clima estable. Si no tenemos un clima estable, no podemos tener una economía prospera, el cambio climático está causando serios problemas en nuestro medio ambiente y economía. El incremento de temperaturas afecta de igual manera a animales y plantas, llevando a algunos de ellos a la extinción; también amenaza a las personas, especialmente a los niños, los ancianos y a las personas que trabajan en exteriores. Todos estos eventos tienen un costo económico y personal. Las consecuencias de no actuar pronto pueden ser devastadoras, sin embargo, si actuamos ahora los beneficios pueden ser enormes, la inversión en energías renovables generará modernas industrias, la creación de mecanismos de “el que contamina paga” generarán eficiencia e innovación, usar de mejor manera los recursos en el hogar ahorrará dinero. Todas estas acciones reducirán la polución dejando a los combustibles fósiles bajo tierra (Climate Commission 2013).
En este marco, el Acuerdo de París es uno de los logros diplomáticos más importante de la última década, este acuerdo unió a cerca de 200 países alrededor de una agenda de transformación económica, que hubiese parecido imposible algunos años atrás (Light 2017). Los países se pusieron de acuerdo para cambiar intencionalmente el curso de la economía global, con la finalidad de proteger a la población más vulnerable y mejorar la vida de todos nosotros. Fue extremadamente complicado llegar a este acuerdo, pero no fue imposible. Los gobiernos nacionales se han dado cuenta que este tema está en los intereses nacionales, es por esto que 180 de 195 enviaron el cumplimiento de su plan de cambio climático, basados en sus intereses nacionales y prioridades.
Ahora tenemos a los diferentes países del mundo contribuyendo en diferentes sectores con un objetivo en común y un camino aún más grande para lograr la integridad ambiental. El trabajo de la humanidad en torno al cambio climático apenas empieza (Figueres 2015).
El Acuerdo de París presenta una clara hoja de ruta hacia grandes ambiciones, necesitamos empezar con la implementación de acciones concretas en cuanto al transporte, vivienda y el sector energético. Necesitamos emprender planes y programas específicos, y, también programas de inversión específicos (United Nations 2017)
La lucha contra el calentamiento del planeta se ve amenazada porque enfrenta ahora el interrogante de Estados Unidos, el segundo emisor de gases de efecto invernadero, cuyo presidente es un decidido escéptico del cambio climático. El presidente Trump sostiene que el cambio climático es una "patraña" que además perjudica los intereses energéticos de su país.
El presidente Donald Trump ha anunciado el retiro de Estados Unidos del histórico Acuerdo de París, ha escogido aislar a Estados Unidos de la comunidad global en los años que están por venir.
Como país hemos tenido grandes progresos, se destacan los esfuerzos e inversiones que se han realizado para fortalecer la seguridad energética del Ecuador a largo plazo y lograr una mayor participación de las fuentes de energía renovable (MICSE 2016). Un ejemplo es la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, que representa una pieza clave para el cambio de la Matriz Energética del Ecuador, ya que no solo constituye una fuente de energía limpia, sino que, además, es eficiente, tiene bajos costos de mantenimiento y operación. La instalación de las centrales hidroeléctricas emblemáticas permitirá generar un ahorro fiscal asociado a la Matriz Energética, de aproximadamente USD 1.35 mil millones al año a partir del 2017, lo cual fortalecerá la sostenibilidad macroeconómica del país (BID 2015). Además, la implementación de proyectos hidroeléctricos representa para el gobierno ecuatoriano una acción de mitigación al cambio climático, pues permiten disminuir los impactos ambientales de la producción y consumo de energía (Ministerio del Ambiente 2015).
De la misma manera, acciones concretas como los proyectos multipropósito, han sido fundamentales para proteger a miles de ciudadanos de la inclemencia del clima. Seis proyectos multipropósitos en funcionamiento en Ecuador protegieron hasta hoy más de 140 mil hectáreas de posibles daños como resultado de las lluvias y el severo invierno, han evitado enfermedades y muertes por mayor calidad de agua, familias beneficiarias por regadío y electrificación asociada a los proyectos, toneladas de CO2 evitadas y ahorros fiscales por evitar subsidios al diesel para generación eléctrica.
La gran inversión pública ha evitado afectaciones mayores y eso muestra lo acertado de la política hídrica aplicada por el gobierno de la revolución ciudadana.
La ratificación del Acuerdo de París, constituye para el Ecuador:
1. Un reconocimiento a las acciones nacionales de adaptación al cambio climático, que tengan consideraciones participativas de género, que consideren a grupos vulnerables y ecosistemas.
2. Acceso a mecanismos, herramientas e instrumentos para planificar, diseñar, implementar y monitorear políticas, proyectos y programas que aborden esta vulnerabilidad del país ante el cambio climático.
3. El fortalecimiento de las capacidades sobre el clima y sistemas de alerta temprana a través del fortalecimiento del INAMHI y la repotenciación de la red hidrometeorológica establecida a nivel nacional. Esto permitirá disminuir las pérdidas en los cultivos y las centrales hidroeléctricas.
4. Oportunidad para los sectores de: soberanía alimentaria manejo de los recursos agua, retroceso de glaciares, manejo de cuencas hidrográficas y lucha contra la desertificación, entre otros.
5. Una plataforma para demostrar sus políticas y programas en materia de cambio climático y de esta manera encontrarse en una posición más propicia para exigir mayores acciones y atraer mayores flujos de financiamiento desde la comunidad internacional.
¡Por eso apoyamos la ratificación del acuerdo de París!
Integrante de la Comisión De la Biodiversidad y Recursos Naturales Visita mi Perfil
