Al celebrarse hoy el Día del Maestro, quiero expresar mi satisfacción al sentirme halagada de pronunciar algunas modestas palabras de admiración y respeto hacia aquellos hombres y mujeres que consciente de su rol de formador, se yergue en el horizonte de la vida con luz propia, fulgurando almas y encaminando destinos a través de su sabiduría.
Hoy quiero saludar a todos aquellas personas que han elegido la docencia como su vocación y modo de vida, porque ser docente hoy es jugarse por un futuro mejor, aportar un granito de arena para que el mundo y la sociedad en que vivimos sean un poco mejor cada día. Ser educador hoy es dar a los alumnos la luz del conocimiento y forjar su personalidad que es el mejor regalo que les podemos hacer.
Al maestro hay que dignificarlo cada día, por que el maestro es el apóstol sublime de abnegación, entrega y sacrificio. Decimos estas palabras cargadas de sinceridad en honor a la justicia. Es el maestro el que con paciencia nos acerca después de cada lección a las fuentes inagotables del saber y acoger experiencia. Es el maestro faro eterno que ilumina constantemente con la luz del conocimiento el camino hacia nuevos retos.
Mis palabras son también el sentir de mis compañeros/as, de quienes soy la portavoz de sus emociones e inquietudes como maestra con muchos años en el magisterio formadora de miles de estudiantes que han pasado por las aulas de nuestra querida provincia Manabí.
“Aquellos que educan bien a los niños merecen recibir más honores que sus propios padres, porque aquellos sólo les dieron vida, éstos el arte de vivir bien” . Aristóteles.
Asambleísta por la provincia de Manabí | Integrante de la Comisión De Educación, Cultura y Ciencia y Tecnología | Alianza PAIS - Unidad Primero Visita mi Perfil