El 8 de marzo de 2022, un día histórico para conmemorar la lucha por los derechos de las mujeres y la igualdad de género, se llevó a cabo una serie de marchas en distintas ciudades ecuatorianas como Guayaquil, Quito y Cuenca. Sin embargo, estos eventos pacíficos se vieron empañados por la violencia ejercida por las fuerzas policiales contra las manifestantes.
Como asambleísta, me preocupa que el Gobierno vea a la ciudadanía como un enemigo a reprimir en lugar de escuchar sus demandas y proteger sus derechos. Por ello, he solicitado al Presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Asamblea Nacional, José Fernando Cabascango Collaguazo, la comparecencia de la Ministra de Gobierno, Alexandra Vela, el Comandante de la Policía Nacional y la Secretaria de Derechos Humanos en la próxima sesión de la Comisión Especializada Permanente de Garantías Constitucionales, Derechos Humanos, Derechos Colectivos y la Interculturalidad.
Esta preocupante situación contrasta con las declaraciones del Presidente de la República, quien ha hablado en múltiples ocasiones sobre el respeto a las mujeres y la lucha contra la violencia de género. Como representantes del pueblo, nuestra responsabilidad es garantizar y velar por el cumplimiento y respeto de los derechos humanos.
Las agresiones perpetradas por la fuerza pública durante estas marchas fueron ampliamente documentadas en medios de comunicación y redes sociales, lo que evidencia la violencia con la que se trató a las manifestantes. La fiscalización de las autoridades públicas es una atribución fundamental de los legisladores, de acuerdo con el artículo 120, numeral 9 de la Constitución de la República del Ecuador y el artículo 74 de la Ley Orgánica de la Función Legislativa.
Exigimos respuestas y acciones contundentes para garantizar que estos hechos de violencia no vuelvan a ocurrir y para asegurar que el Gobierno actúe con respeto y protección a los derechos humanos. Las mujeres que luchan por la igualdad y contra la violencia de género merecen ser escuchadas, apoyadas y protegidas, no reprimidas.
Soy Victoria Desintonio, Asambleísta por la provincia del Guayas, de la Bancada Ciudadana. Soy defensora de los derechos de la mujer y sus reivindicaciones. Busco la generación de oportunidades para todos y todas. Tengo treinta y cinco años, mi compañero de vida es John y soy madre de Ezequiel y Rafael. Desde joven, decidí luchar por la eliminación de las causas de la desigualdad y la injusticia
A los diecisiete años me vincule al Movimiento Jubileo 2000. Participé en el impulso a proyectos de formación sobre el tema de la deuda, en la construcción de normativas para el control del endeudamiento público y veedurías, y en el impulso de iniciativas de vigilancia ciudadana a la deuda externa ecuatoriana.
He participado intensamente en el movimiento de mujeres, donde he compartido nuestras luchas por los derechos humanos. Me vinculé al proceso de la Asamblea Constituyente de 2008, en particular en la creación del Mandato Juvenil Constituyente, desde el Acuerdo Nacional de Jóvenes. Ese momento marcó mi vida, pude valorar desde la realidad, la importancia de la participación. Esta iniciativa ciudadana, plasmó los anhelos y demandas de jóvenes ecuatorianos en la nueva Constitución, que siento mía.
Fui consejera del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, designación que obtuve a través del voto popular.
Fui asambleísta desde mayo de 2021, hasta la disolución de la Asamblea por muerte cruzada en mayo de 2023. En la Asamblea, propuse la derogatoria de la mal llamada Ley Humanitaria, que precarizó el trabajo de miles de ecuatorianos y ecuatorianas.
Vuelvo a la Asamblea Nacional para construir ese Ecuador que represente igualdad y equidad para todos y todas.
