Este proyecto, impulsado por el compañero Ronny Aleaga, se originó en un recorrido nacional, escuchando a los jóvenes y trabajando desde el territorio para construir una ley que realmente represente sus necesidades. La ley que se discute hoy es una deuda histórica para los jóvenes del país, y es el resultado de la lucha constante de generaciones de jóvenes que han buscado garantizar sus derechos.
Esta ley no solo es un conjunto de cifras, sino que también refleja las historias y diversidad de los jóvenes: padres, madres, hijos, estudiantes, feministas, ecologistas y más. La ley aborda temas como la prelación de contratación para jóvenes, la obligatoriedad en el porcentaje de contratación, la residencia estudiantil, la salud mental y la movilidad humana.
Quiero hacer un llamado a los jóvenes en las barras altas y a mis colegas asambleístas a prestar atención a tres aspectos clave en este proyecto:
Es fundamental que estemos vigilantes y comprometidos con el proceso, y que trabajemos juntos para garantizar que esta ley se convierta en una realidad y que los jóvenes del país puedan ejercer sus derechos. Hoy daremos un paso importante para saldar esa deuda histórica con los jóvenes, pero debemos mantenernos alerta y comprometidos para asegurar que esta ley tenga un impacto positivo en sus vidas.
Soy Victoria Desintonio, Asambleísta por la provincia del Guayas, de la Bancada Ciudadana. Soy defensora de los derechos de la mujer y sus reivindicaciones. Busco la generación de oportunidades para todos y todas. Tengo treinta y cinco años, mi compañero de vida es John y soy madre de Ezequiel y Rafael. Desde joven, decidí luchar por la eliminación de las causas de la desigualdad y la injusticia
A los diecisiete años me vincule al Movimiento Jubileo 2000. Participé en el impulso a proyectos de formación sobre el tema de la deuda, en la construcción de normativas para el control del endeudamiento público y veedurías, y en el impulso de iniciativas de vigilancia ciudadana a la deuda externa ecuatoriana.
He participado intensamente en el movimiento de mujeres, donde he compartido nuestras luchas por los derechos humanos. Me vinculé al proceso de la Asamblea Constituyente de 2008, en particular en la creación del Mandato Juvenil Constituyente, desde el Acuerdo Nacional de Jóvenes. Ese momento marcó mi vida, pude valorar desde la realidad, la importancia de la participación. Esta iniciativa ciudadana, plasmó los anhelos y demandas de jóvenes ecuatorianos en la nueva Constitución, que siento mía.
Fui consejera del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, designación que obtuve a través del voto popular.
Fui asambleísta desde mayo de 2021, hasta la disolución de la Asamblea por muerte cruzada en mayo de 2023. En la Asamblea, propuse la derogatoria de la mal llamada Ley Humanitaria, que precarizó el trabajo de miles de ecuatorianos y ecuatorianas.
Vuelvo a la Asamblea Nacional para construir ese Ecuador que represente igualdad y equidad para todos y todas.
