La Comisión que tengo el honor de presidir es un testimonio vivo del compromiso inquebrantable con la equidad territorial y la justicia social. La reciente Sesión 022 ha sido un reflejo de este compromiso, abordando temas cruciales para el futuro de nuestra nación y el bienestar de sus territorios.
La discusión sobre la Ley para el Fortalecimiento de la Equidad Territorial ha marcado un momento decisivo en nuestros esfuerzos por construir un país donde cada rincón, cada comunidad, tenga la oportunidad de prosperar. Este proyecto de ley no es solo un conjunto de artículos; es una visión de futuro, un pacto de solidaridad entre nuestros territorios.
Voces y Perspectivas Diversas
La sesión se enriqueció con las observaciones de David Romero, Presidente de CONAGOPARE Canar, que resaltó la necesidad imperativa de compensar a las comunidades afectadas por proyectos de generación hidroeléctrica, enfatizó que el desarrollo no puede ser a costa del bienestar de nuestras comunidades.
Por otro lado, la solicitud del prefecto de Azuay, Juan Cristóbal Lloret, de archivar las reformas a la ley 047, subraya la importancia de un diálogo inclusivo y una reflexión profunda sobre las implicaciones de nuestras decisiones legislativas. Es fundamental asegurar que la distribución de recursos se haga de manera que refleje las necesidades y aspiraciones de todos los ecuatorianos.
Como presidenta de la Comisión, mi rol es facilitar estos diálogos, asegurando que todas las voces sean escuchadas y que nuestras acciones reflejen el compromiso con la justicia y la equidad. La clausura de la sesión 022 no marca el fin de nuestra labor, sino el comienzo de una nueva etapa en nuestra lucha por un Ecuador más justo.
La tarea que tenemos por delante es compleja, pero no tengo dudas de que, trabajando juntos, podemos superar cualquier desafío. Agradezco a cada uno de los miembros de la Comisión, a los participantes de la sesión, y a ustedes, los ciudadanos, por su constante apoyo y compromiso.
Soy Victoria Desintonio, Asambleísta por la provincia del Guayas, de la Bancada Ciudadana. Soy defensora de los derechos de la mujer y sus reivindicaciones. Busco la generación de oportunidades para todos y todas. Tengo treinta y cinco años, mi compañero de vida es John y soy madre de Ezequiel y Rafael. Desde joven, decidí luchar por la eliminación de las causas de la desigualdad y la injusticia
A los diecisiete años me vincule al Movimiento Jubileo 2000. Participé en el impulso a proyectos de formación sobre el tema de la deuda, en la construcción de normativas para el control del endeudamiento público y veedurías, y en el impulso de iniciativas de vigilancia ciudadana a la deuda externa ecuatoriana.
He participado intensamente en el movimiento de mujeres, donde he compartido nuestras luchas por los derechos humanos. Me vinculé al proceso de la Asamblea Constituyente de 2008, en particular en la creación del Mandato Juvenil Constituyente, desde el Acuerdo Nacional de Jóvenes. Ese momento marcó mi vida, pude valorar desde la realidad, la importancia de la participación. Esta iniciativa ciudadana, plasmó los anhelos y demandas de jóvenes ecuatorianos en la nueva Constitución, que siento mía.
Fui consejera del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, designación que obtuve a través del voto popular.
Fui asambleísta desde mayo de 2021, hasta la disolución de la Asamblea por muerte cruzada en mayo de 2023. En la Asamblea, propuse la derogatoria de la mal llamada Ley Humanitaria, que precarizó el trabajo de miles de ecuatorianos y ecuatorianas.
Vuelvo a la Asamblea Nacional para construir ese Ecuador que represente igualdad y equidad para todos y todas.
