El pasado miércoles 14 de agosto, aproximadamente a las 09H00, la Comisión de Soberanía, Integración, Relaciones Internacionales y Seguridad Integral continuó con el tratamiento del Protocolo de Nagoya sobre el acceso a los Recursos Genéticos y Participación Justa y Equitativa en los beneficios que se deriven de su utilización al Convenio sobre la Diversidad Biológica.
Como invitado participó el Embajador Galo Galarza, representante del Ministro de Relaciones Exteriores, quien indicó que el protocolo crea incentivos para conservar la diversidad biológica; que brinda seguridad jurídica al establecer un régimen vinculante en materia de recursos genéticos y reparto de los beneficios derivados de su uso; y que también hace un reconocimiento a los conocimientos ancestrales de las comunidades y pueblos indígenas, prohibiendo su apropiación indebida y uso no autorizado.
El Embajador recomendó a los miembros de la comisión su pronunciamiento favorable para la ratificación de este instrumento, y posterior desarrollo de legislación secundaria para facilitar y reglamentar la aplicación del consentimiento previo fundamentado, el mecanismo de reparto equitativo de beneficios, entre otros.
Del Centro Ecuatoriano de Desarrollo Ambiental CEDA intervino la doctora María Verónica Arias, señalando que el el Convenio de Diversidad Biológica es amplio y declarativo, por ello, es importante la existencia de el protocolo de Nagoya.
Para la doctora Arias, las normas de la Comunidad Andina de Naciones, la Ley de Propiedad Intelectual y la Constitución de la República prohíben la apropiación de recursos genéticos. Este protocolo daría una capa más de protección; sin embargo, ésta no sería suficiente. Es decir, para la invitada, el protocolo no es de aplicación directa, por lo que es importante desarrollar normativa interna.
Desde otra óptica la doctora Myriam Paredes, representante de la FLACSO, afirmó que los recursos genéticos deben ser entendidos como patrimonio, dedicado a un fin determinado. Lo que tiene derecho a una protección legal es ese fin en particular. Para ella el recurso objetivo no implica nada si no tenemos los conocimientos para reproducirlos, para usarlos o para desarrollar aplicaciones.
Con ello, defiende que los recursos genéticos no son sólo los tangibles sino los intangibles y que es preciso primero desarrollar nuestra industria, porque no podemos intercambiar recursos sin antes identificarlos. Finalmente, la doctora Paredes recomendó no acogerse al Protocolo de Nagoya antes de entender internamente el valor de nuestros recursos genéticos.
Hoy se reunirá la Comisión de Soberanía, Integración, Relaciones Internacionales y Seguridad Integral a partir de las 15H00 para seguir con el tratamiento de este instrumento.
SALA DE PRENSA ASAMBLEÍSTA VERÓNICA RODRÍGUEZ
Mujer joven, profesional, emprendedora y visionaria. Su objetivo de vida ha sido crecer humana y profesionalmente para superar retos, servir a los diversos sectores de la sociedad y así contribuir al desarrollo de toda una comunidad.
