Si bien hay mucho que celebrar a favor de las y los niños, porque el estado ecuatoriano ha hecho esfuerzos importantes, desde la promulgación de la Constitución de la República que los reconoce como grupo de atención prioritaria, la Ley de Consejos para la Igualdad (Allí surge el Consejo Nacional para la Igualdad Intergeneracional) o el Código de la Niñez y Adolescencia y ha definido políticas sociales con indicadores y metas específicas en el Plan Nacional del Buen Vivir, es importante identificar lo que queda por hacer. Mientras haya situaciones de inequidad aún existen acciones que se deben impulsar hasta conseguir que todas las niñas, los niños y adolescentes puedan ejercer plenamente sus derechos.
En el ámbito educativo el país ha logrado alcanzar el 97,4% de asistencia a la escuela en niños entre 5 y 14 años, y el 84,4% entre los adolescentes de 15 y 17 años. Esto muestra un progreso importante; sin embargo, hay más de 230.000 niños, niñas y adolescentes entre los 5 y 17 años que hasta el 2014 aún no tienen pleno acceso a la educación.
Otro de los avances que se registra, pero donde todavía quedan muchas tareas por hacer, son las medidas contra el trabajo infantil, como los esfuerzos para erradicar los trabajos con alta carga de peligrosidad en basurales, bananeras y construcción. No obstante, datos del INEC afirman que en 2013, 360.000 niños, niñas y adolescentes trabajaban, especialmente en la zona rural y en poblaciones indígenas.
Con la entrada en vigencia del COIP se tipifica que la violencia intrafamiliar no solo es entre la pareja sino que puede ser en contra de las niñas y niños dentro del núcleo familiar, y al ser un grupo de atención prioritaria están especialmente protegidos en el proceso penal. Otro de los problemas por resolver es el embarazo adolescente que puede ser producto de la misma violencia sexual intrafamiliar o de relaciones sexuales consensuadas pero desinformadas. El país está entre los tres primeros de América Latina con las tasas más altas de embarazo adolescente. El promedio regional es de 17% pero Ecuador está en el 22%. Le supera Venezuela con 24% y Haití con 26%, según datos del UNFPA en el 2014.
Si bien gran parte de la responsabilidad para el efectivo ejercicio de derechos está en el estado y las competencias de sus diferentes instituciones, no se puede desconocer del rol de la familia en cualquiera de sus formas. Las y los niños tienen derecho al cuidado de sus padres, a tener una familia y una identidad, a tener estabilidad emocional y afectiva, a vivir en un ambiente sano. La reflexión también está en los padres, en la madres...en asumir sus responsabilidades de cuidado y afecto para sus hijas e hijos. Así la celebración será completa, y el homenaje a las niñas y niños ecuatorianos será un homenaje pleno, lleno de ilusiones y sueños.
Gina Godoy Andrade, Asambleísta por el Guayas. Distrito 1 Feminista, luchadora permanente por la igualdad de género, la niñez y la adolescencia Asambleísta desde 2009. Integrante de la Comisión de Justicia y Estructura del Estado.
