Oficina:
Sígueme en
Contáctame 
En el marco del primer debate del proyecto de enmiendas constitucionales, diversos asambleístas, sostuvieron que la propuesta no afecta los derechos a los ecuatorianos, ni modifica la estructura del Estado, por lo que se justifica su análisis a través de la Asamblea Nacional.
La primera vicepresidenta, Rosana Alvarado ponderó el espíritu constituyente y movilizador de la gente frente al poder fáctico y de la “democracia de la banca”. Afirmó que ninguna enmienda popular disminuye derechos de participación política o le hacen a una persona presidente.
Indicó que en la Constituyente de Montecristi se buscó siempre el fortalecimiento del Estado, con objetivos nacionales, que separe el poder político del poder económico, que sirva a los pueblos y “hoy ninguna de las enmiendas que se proponen, le disminuye al Estado, vende o cede intereses nacionales, cambia o altera el régimen económico, disminuye los derechos de participación política para que todas y todos puedan ser candidatos”.
Aseveró que si bien la enmienda permite la reelección, al final son los millones de votos de los ecuatorianos y ecuatorianas los que hacen que el candidato sea o no presidente
El asambleísta Virgilio Hernández enfatizó que cuando se habla de historia, es importante recordar por qué el pueblo apoya a la revolución ciudadana y qué es lo que censura en las urnas, a la vez que afirmó que el procedimiento ya estaba en la Constitución de 1998 y que las enmiendas se refieren a competencias, consulta popular, reelección y edad de primeros dignatarios y Fuerzas Armadas.
Dijo que los límites de las consultas están en la misma Constitución: no sobre tributos, ni sobre organización política administrativa.
Señaló que leyes como el Código de la Democracia; de Participación Ciudadana; Fijación de Límites Internos, entre otras, deben ser revisadas a la par que se tramitan las enmiendas constitucionales.
Por su parte la asambleísta Lídice Larrea argumentó que Alianza PAIS propuso la enmienda pensando en el pueblo y en la ampliación de derechos ciudadanos con democracia plena.
Sostuvo que no se quiere perennizar a nadie en el poder, sino consolidar el principio de elegir y ser elegido, al aseverar que la Asamblea tiene toda la potestad para enmendar la Constitución.
Galo Borja comentó que la propuesta de Rafael Correa fue sacar una nueva Constitución con la participación de todo el pueblo y destacó que en 10 años, el país tuvo 7 presidentes, lo que demostró la falta de gobernabilidad y relató varios casos de reelección en la región. La derecha da salud, educación y seguridad como negocio, mientras la revolución ciudadana lo hace como servicio, puntualizó.
Raúl Patiño expresa casos de reelección en Estados Unidos, Francia y España con Franklin Roosevelt, Felipe González y Francois Mitterrand, en su orden, mientras que Ángel Rivero, sostuvo que la revolución ciudadana trata de enfrentar la moratoria de los gobiernos neoliberales con las aspiraciones del pueblo y que la enmienda popular no lesiona, de manera alguna, derechos de trabajadores, campesinos, montubios, sino todo lo contrario fortalece la participación ciudadana.
Criterios en contra
La legisladora Mae Montaño comentó que la enmienda plantea cambios profundos a la Constitución, afectando a órganos y funciones como la Contraloría y las Fuerzas Armadas, al precisar que la alternancia es una garantía de la democracia.
La asambleísta Cynthia Viteri señaló que más del 73% de los ecuatorianos quiere ser consultado, por lo que objetó la reelección indefinida, pues la reforma responde a un ecuatoriano y no a los 13 millones de ecuatorianos.
Ramiro Aguilar manifestó que la reforma a la Constitución es una discusión de derecho; es el acto jurídico más importante de una Nación y es un tema de derecho.
Pepe Acacho comparte que se convoque a consulta para que la ciudadanía se pronuncie por la enmienda constitucional. Los fantasmas del pasado están en Carondelet, en ministerios y en las direcciones provinciales, dijo.
RSA/pv
